- La sabiduría de los pueblos originarios está más presente que nunca y contribuye en el cuidado de los recursos naturales, la salud y alimentación de miles de personas.
Escribe: Eddy Peña / Ingeniero agrónomo de la oficina regional de la SPDA en Madre de Dios
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más del 80 % de la superficie ocupada por los pueblos indígenas es bosque, y el 45 % de los bosques intactos que quedan en la cuenca amazónica están en los territorios administrados por pueblos indígenas.
Es evidente que existe una importante interdependencia entre la conservación de los bosques de los territorios indígenas, la biodiversidad que estos albergan y el bienestar de la población que habita en ellos. Por tanto, el aprovechamiento racional de sus recursos se basa en una estrategia de sostenibilidad que les ha permitido y permite una coexistencia equilibrada con la naturaleza.
Igual de importantes son los instrumentos que han permitido estos logros. Entre ellos destacan los usos que le dan a la biodiversidad a través de los conocimientos colectivos o tradicionales, conocimientos ancestrales que se transmiten de manera intergeneracional para continuar garantizando un aprovechamiento racional de los recursos. En particular, el uso con fines medicinales para enfermedades recurrentes como el dengue, infecciones estomacales, respiratorias, entre otras, y que para este fin aprovechan cortezas, hojas, flores y más de una especie vegetal.
En consecuencia, los conocimientos colectivos son esenciales porque garantizan la continuidad del patrimonio cultural, ya que son parte importante de la identidad cultural y la tradición de los pueblos indígenas. Esta sabiduría también ayuda a la valoración de los conocimientos ancestrales en temas relacionados con la salud, alimentación, herramientas, vivienda, manejo de la biodiversidad, entre otros. Además, son una fuente valiosa de información sobre el manejo del medio ambiente y las propiedades de la biodiversidad usada en beneficio de su sociedad.
[Ver además►Tres comunidades nativas lograron el registro de sus conocimientos tradicionales]
En el Perú, desde el 2002, contamos con la Ley 27811, que crea un régimen especial de protección de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas ligados a la biodiversidad. Esta norma ha contribuido a dar el primer paso en lo relacionado a proteger y preservar los más de siete mil conocimientos colectivos que se han registrado ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi).
Hasta la fecha, sin embargo, solo 19 de los 55 pueblos indígenas en Perú han realizado su registro y aún falta consolidar los demás objetivos de la ley a través de lineamentos o normativa complementaria que permita la implementación de un fondo, previsto en la norma, para el financiamiento de iniciativas relacionadas a estos temas y la celebración de contratos de licencia con terceros que quieran hacer uso de los conocimientos con fines comerciales.
De esta manera, se busca retribuir económicamente por el uso de estos conocimientos a los pueblos indígenas, así como prevalecer el respeto por estos registros y hacer un uso regulado de esta sabiduría, sobre todo de los pueblos que aún no han registrado sus conocimientos.
La Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) y ECA Amarakaeri consideran que es importante abordar estos desafíos para así garantizar la conservación y protección de los conocimientos colectivos de los pueblos indígenas y asegurar su continuidad y valoración en el futuro. Actualmente, estas dos organizaciones promueven con éxito el registro de los conocimientos colectivos de las comunidades nativas de Madre de Dios y también participan en espacios de diálogo en los que buscan proponer alternativas de mejora a las normativas.
Comments are closed here.