Conoce al oso andino: «El arquitecto de los bosques»
- Este oso, único en Sudamérica, enfrenta diversas amenazas antrópicas que han generado la disminución de su población.
martes
18 de febrero, 2025
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Foto: Serfor
Por Mia Ramírez / vramirez@spda.org.pe
El oso andino, también conocido como oso de anteojos o ukumari (que significa “el que tiene la fuerza de un oso” en quechua), es la única especie de oso que habita en Sudamérica, y la mayor parte de su población se concentra en territorio peruano.
El considerado “arquitecto de los bosques”, es un omnívoro que, a través de la dispersión de semillas en los espacios donde habita, ayuda a regenerar los ecosistemas. A pesar de su importancia para la salud ecosistémica, así como su valor cultural, esta especie enfrenta grandes amenazas antrópicas. Está catalogado como “Vulnerable” por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN a causa de la pérdida de su hábitat y la caza furtiva.
Por ello, con el fin de generar conciencia sobre la importancia de conservar a esta especie y su hábitat, cada 21 de febrero se celebra el Día Mundial para la Protección de los Osos. Diversas organizaciones ambientales realizan campañas de educación, monitoreo y protección para mitigar las amenazas que enfrentan, promoviendo acciones que contribuyan a su supervivencia.
Características
El oso andino (Tremarctos ornatus), perteneciente a la familia Ursidae, es un mamífero de personalidad tímida y solitaria, que solo se reúne en pareja durante la época reproductiva y, en algunas ocasiones, para alimentarse. Destaca por su gran habilidad para trepar árboles, lo que le permite buscar alimento, refugiarse o escapar de posibles amenazas. Los ejemplares macho pueden pesar hasta 175 kg, mientras las hembras pesan desde los 60 kg. Miden aproximadamente entre 1 a 2 metros, y su esperanza de vida en cautiverio es de 25 años.
Son omnívoros, aunque se conoce que la mayor parte de su dieta es vegetariana. De hecho, según la UICN, estos osos tienen una notable preferencia por las bromelias (una familia de plantas del género Bromeliaceae) como alimento. También consumen achupallas, frutos, raíces, cortezas y hojas, y “se alimentan de forma oportunista de mamíferos, como conejos y tapires de montaña, pero sobre todo de ganado doméstico en libertad”, según explica la organización.
La característica más notable de esta especie son las manchas blancas o amarillas que rodean sus ojos, que pueden extenderse hasta las mejillas o el hocico, recordando una especie de antifaz o máscara. Estas marcas son únicas en cada individuo, tal como una huella dactilar, lo que le concede el nombre de “oso de anteojos”.
¿Dónde los encontramos?
En el mundo existen ocho especies de oso (familia Ursidae), de las cuales cinco se encuentran en Asia y Europa, incluyendo especies como el oso negro asiático, el panda gigante, el oso malayo, el oso pardo y el oso bezudo. En el círculo polar ártico habita el oso polar, mientras que en América del Norte residen el oso negro y el oso pardo.
El oso de anteojos es la única especie de oso que habita en América del Sur. Son endémicos de los Andes tropicales y se distribuyen desde el occidente de Venezuela, atravesando Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, hasta el norte de Argentina. Son capaces de adaptarse a diversos ecosistemas, como desiertos costeros, bosques, páramos y hasta la puna.
En Perú, habitan en bosques secos, pajonales andinos, páramos y bosques montanos, a una altitud entre 1900 y 2350 m s. n. m., y se ha registrado su presencia en 17 departamentos y en 31 Áreas Naturales Protegidas (ANP), según el “Plan Nacional de Conservación del Oso Andino (Tremarctos ornatus) en el Perú. Periodo 2016 – 2026”.
Según las últimas estimaciones, en Sudamérica existen 20 mil ejemplares de oso andino. De ese total, en Perú habitan aproximadamente 5 mil, lo que convierte al país en el hogar de la mayor población de osos andinos.
Importancia cultural
Esta especie tiene una gran relevancia en la cosmovisión andina y amazónica, pues algunas culturas los consideran mediadores entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Los indígenas matsiguenga (ubicados en los departamentos de Cusco y Madre de Dios), por ejemplo, plantean que son los creadores de la vida, denominados el “Maeni”.
Se dice también, que con la colonización europea y la mezcla de nuevas creencias, la devoción hacia el oso mutó hacia un sentimiento de miedo, siendo culpado por el secuestro de mujeres y hombres en los campos, entre otros crímenes.
El oso fue considerado como un ser antropomorfo, capaz de procrear con humanos. En la cosmovisión andina, esta especie es el hijo nacido entre un oso y una doncella, quienes tenían poderes sobrenaturales como la curación y purificación de almas. Hasta la actualidad, en algunas regiones se considera que estos osos (o partes de ellos) tienen poderes mágicos y curanderos.
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Foto: Serfor
Amenazas y conservación
El oso de anteojos está considerado como una especie “Vulnerable” por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, y se encuentra categorizada como una especie vulnerable según el Decreto Supremo 004-2014- MINAGRI.
Sus dos principales amenazas son la pérdida y degradación de su hábitat, debido a la expansión urbana y agrícola, la tala de árboles y la minería ilegal; así como la caza furtiva y la tenencia ilegal de ejemplares. Estos osos son cazados por su carne, grasa y piel, y en algunos lugares los cazan por la falsa creencia de que algunas de sus partes tienen propiedades mágicas. Los cachorros son capturados ilegalmente para ser vendidos como mascotas o utilizados en espectáculos, como en circos. Además, algunas comunidades los consideran una amenaza para sus cultivos y ganado, lo que genera conflictos con los humanos. A esto se suma el cambio climático, que afecta a la población presente en el bosque seco en la zona norte del país, y la falta de información científica suficiente, que dificulta la toma de decisiones para su conservación.
Esta especie cuenta con el Plan Nacional de Conservación del Oso Andino (2019-2029), cuyo objetivo es recuperar sus poblaciones, aplicando medidas de conservación para la especie y sus hábitats. Sus objetivos principales incluyen la investigación científica para una toma de decisiones informada, el fomento de la participación comunitaria en la conservación de los hábitats del oso, y el fortalecimiento de los sistemas de control y fiscalización para prevenir actividades ilegales que amenazan a la especie.
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Foto: ACP Santuario de La Verónica
Datos:
- “Ukuku”, “yaruc mate” y “puca mate” son otros nombres para referirse al oso andino en quechua. En aimara se le llama “ukucho”.
- En las lenguas amazónicas también recibe diversos nombres. En asháninka se le denomina «maini», en amarakaeri se le conoce como «aja», en aguaruna se le llama «chañu», en yanesha se le refiere como «orran», en matsiguenga se le conoce como «maeni potsitari», y en shipibo se le menciona como «apasahua».
- La Beca Conservamos por Naturaleza, otorgada por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), ofrece financiamiento para promover y apoyar iniciativas y proyectos de conservación voluntaria en Perú. El Santuario de la Verónica (ubicado en Cusco) fue beneficiado con esta beca, y en el 2024 se confirmó la presencia del oso andino por primera vez en el área, gracias a cámaras trampa.
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