- Análisis demuestra que los bosques manejados por pueblos indígenas en el Amazonas lograron eliminar colectivamente 340 millones de toneladas netas de CO2 en 20 años.
- Por otro lado, se encontró que la pérdida de bosques debido a la agricultura comercial y las industrias extractivas representan una fuente de carbono importante.
Los bosques pueden absorber hasta 16 mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) anualmente, y cuando se talan o degradan pueden emitir hasta 8.1 mil millones debido a la deforestación. Es decir, absorben el doble de lo que emiten cada año.
El World Resources Institute (WRI) presentó evidencias que prueban la necesidad de proteger bosques manejados por pueblos indígenas en el Amazonas, ya que entre 2001 y 2021 lograron eliminar colectivamente 340 millones de toneladas netas de CO2.
La investigación subraya la necesidad de ayudar a los pueblos indígenas y otras comunidades locales a salvaguardar sus hogares en los bosques y preservar algunos de los sumideros de carbono restantes de la Amazonía. ¿Por qué?
Según WRI, aunque casi 70 millones de hectáreas de bosques están protegidas dentro de los sitios del Patrimonio Mundial de la Unesco, las amenazas y presiones sobre el uso de tierra están logrando debilitar la capacidad de los bosques para absorber CO2 de la atmósfera.
Sin embargo, los científicos estiman que la deforestación del 20 % de la Amazonía podría llevarla más allá de un punto de inflexión , desencadenando una muerte regresiva a gran escala que liberaría más de 90 mil millones de toneladas de CO2 a la atmósfera (aproximadamente 2.5 veces más que las emisiones anuales mundiales de combustibles fósiles).
«Las tierras legalmente poseídas o con títulos de propiedad de los pueblos indígenas exhiben tasas de deforestación aún más bajas que las tierras indígenas sin título», indica el estudio.
El análisis muestra que las emisiones de carbono por hectárea de bosque dentro de las tierras indígenas fueron mucho más bajas que fuera de las tierras indígenas (0.60 toneladas de CO2e/ha/año dentro y 3.2 toneladas de CO2e/ha/año fuera, respectivamente), mientras que los bosques indígenas capturaron tanto carbono por hectárea de bosque como los bosques fuera de las tierras indígenas (2.2 toneladas de CO2 /ha/año dentro y 2.5 toneladas de CO2 /ha/año fuera).
En este escenario, el informe de WRI presenta algunas alternativas para proteger los bosques con presencia indígena.
Reconocer las tierras comunitarias en las estrategias climáticas
Los bosques comunitarios pueden desempeñar un papel importante para ayudar a los países a cumplir sus compromisos internacionales de acción climática. Los países boscosos con grandes áreas de tierras comunitarias, como Brasil, Colombia, Perú y México, deberían convertirlas en un componente central de sus estrategias de acción climática.
Asegurar y proteger las tierras comunitarias
Los gobiernos deberían apoyar a las comunidades en sus esfuerzos por proteger y gestionar de forma sostenible sus tierras. Dicha asistencia podría incluir ayuda para monitorear las tierras colectivas, detener y llevar ante la justicia a los intrusos ilegales, fortalecer las organizaciones comunitarias y proteger a los defensores de las tierras comunitarias y el medio ambiente.
Aumentar la financiación a las comunidades
Los gobiernos y los donantes deberían canalizar más recursos financieros a las comunidades y sus organizaciones, reconociendo que son algunos de los mejores protectores de bosques del mundo.
En este enlace podrás encontrar el reporte completo de WRI.
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