Texto y fotos: Diego Pérez / ElTaller.pe
La demora en el proceso de categorización de áreas naturales protegidas no es un tema nuevo, sin embargo, no deja de ser vigente debido a la existencia de varias [1]zonas reservadas a lo largo del país esperando ser categorizadas. Esta es la historia de la Zona Reservada Sierra del Divisor, que lleva casi una década en esa no tan dulce espera.
La Zona Reservada Sierra del Divisor (ZRSD) es un espacio cubierto de bosques y formaciones geológicas inéditas en el Perú y el mundo, abarca una extensión de más de 1 millón de hectáreas entre los departamentos de Ucayali y Loreto y la frontera con Brasil, y es la fuente de agua, alimento y otros valiosos recursos para decenas de miles de personas que habitan a su alrededor y dentro de ella.
Incluso antes de ser creada como Zona Reservada, diversas brigadas de especialistas de todas las disciplinas (biólogos, forestales, antropólogos, etc), han realizado investigaciones científicas en su interior. Como resultado, determinaron que lo más apropiado para este espacio, único y megadiverso, es que sea categorizado como área de uso indirecto, específicamente, como Parque Nacional, la misma categoría con que cuenta el Manu o el Huascarán.
Sin embargo, han pasado 9 años y la zona reservada, sigue siendo una zona reservada, manteniendo al límite la capacidad del Estado (a través del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado – SERNANP) de proteger efectivamente sus paisajes y recursos, actualmente amenazados por el narcotráfico, el tráfico ilícito de madera y la minería ilegal por distintos frentes.
Para María Elena Díaz, jefa de la Zona Reservada Sierra del Divisor, la principal limitación con la que cuenta la Zona Reservada es que a diferencia de un Parque Nacional (tal como lo propone el expediente de categorización) esta no cuenta con un Plan Maestro, una de las principales herramientas técnicas con las que cuenta toda ANP para poder gestionarse.
Otro reto para el Sernanp en dicha zona del país es que solo cuentan con 16 guardaparques, una cantidad evidentemente insuficiente para resguardar una extensión de 1 millón y medio de hectáreas (15 mil km2). Por ejemplo, para todo el sector comprendido entre Contamana y Orellana, donde los patrullajes puede tomar varias semanas navegando distintos ríos y quebradas solo se cuenta con 1 guardaparque oficial y uno voluntario.
Pero ahí no queda la cosa, la demora en la categorización de la ZRSD a Parque Nacional es también un problema bastante serio para un grupo de pueblos y comunidades de Loreto, que por falta de información, quedaron dentro de los límites de la Zona Reservada el 2006 cuando esta fue creada.
LA INACABABLE LUCHA DE LOS 5 UNIDOS
¿Qué pasa cuando una ANP se superpone con tu territorio y estás en pleno trámite para titularlo? El trámite se congela. Eso fue lo que aprendieron los pobladores de 5 pueblos y 1 comunidad nativa asentados a orillas de río Ucayali en Loreto.
En el poblado de Canelos, fundado hace más de 80 años, Juan Rojas, con tres hernias en la espalda, ganadas a lo largo de una vida recorriendo ese monte que “es pura loma”, nos recibe con mirada de preocupación. Cada día que pasa, sin que la ZRSD se categorice, es un problema para él y la gente de sus pueblos.
[Ver además: Cinco razones para establecer el Parque Nacional Sierra del Divisor]
Según Juan, la creación de la “Asociación 5 Unidos” fue en un inicio para hacer frente a la Zona Reservada, la cual sentían que los estaba invadiendo, sin embargo, luego de un periodo de consultas y diálogo, mediado a través de distintas ONG que apoyaron el proceso, aceptaron ser aliados del SERNANP.
“Después de varios talleres y reuniones fue que nos pusimos de acuerdo y decidimos apoyar de forma activa el proceso de categorización y desde adentro poder hacer las gestiones para que una vez categorizada la Sierra del Divisor nuestros territorios queden libres y podamos titularlos”, explica el dirigente.
De esta forma es que en el expediente de categorización, que está actualmente en manos del Minam, la nueva ANP (o sea el Parque Nacional Sierra del Divisor) se retirará de esos y otros territorios sobre los que actualmente se sobrepone, “desafectándolos” según la terminología de las áreas protegidas de nuestro país, dejándolos libres para continuar con la ansiada titulación. Pero todavía nada y la tensión se siente.
Para los 5 Unidos el proceso ha sido largo y agotador, tanto física como emocionalmente, pues no solo se trabajó en el campo, recorriendo el monte para determinar los límites de sus pueblos, o patrullando las quebradas para evitar el ingreso de ilegales a la zona y denunciando a infractores, también se prepararon para realizar un manejo sostenible de sus recursos y se viajó mucho a Lima. Se podría decir que durante todos estos años, se prepararon para ser los mejores vecinos una vez categorizada el área y esta demora en la categorización ya les parece sospechosa.
“Nosotros hemos estado por todos lados, hemos llegado hasta a Lima a reunirnos con ministros, hemos hablado con toda clase de autoridades, estamos cansados de entregar cartas y mandar documentos que no solucionan nada, ya nos estamos preguntando porqué parece que no quieren categorizar, algunos me dicen que es por la madera, otros me dicen que es por el petróleo, yo ya no sé a quién creerle, solo le pido a quien tenga que tomar la decisión, que lo haga pronto”, agrega Juan Rojas.
Guillermo Alvarado Acho “Guimo” apu de la comunidad nativa de Nueva Canchahuaya (comunidad histórica del pueblo shipibo en la región) e integrante de los 5 Unidos, visiblemente frustrado, añade:
“Nos sentimos engañados, hemos trabajo ya muchos años de la mano del Sernanp para poder sacar adelante este proyecto, para que nuestras tierras sean excluidas de la ZR y todavía seguimos esperando, yo ya no sé qué decirle a mi pueblo cuando me preguntan cómo van los trámites, cuándo vamos a poder tener nuestro título, ahora ya piensan que yo estoy mintiendo a la gente y eso me duele”.
El Estado tiene una deuda con los 5 Unidos, ellos han sido claves para el proceso de categorización, no sólo han acompañado y facilitado cada expedición científica que pasó por sus tierras, también han sido aliados del SERNANP en una zona del país desde la cual se extraen ingentes volúmenes de madera de procedencia ilegal, y donde de continuar este “status quo” de seguro no pasará mucho tiempo antes que la frustración y la presión social, convierta a Juan Rojas o Guimo, de aliados estratégicos en potenciales enemigos.
Mientras tanto, desde Lima, lejos, en un clima completamente diferente, el expediente sigue su largo viaje a través de los distintos estamentos del Estado, sin prisa, hasta llegar al Consejo de Ministros, donde un infranqueable muro que se ve venir, pues la propuesta de Parque se sobrepone con dos Lotes de hidrocarburos, algo que tiene que resolverse para que proceda la categorización.
DATO:
Si bien la legislación nacional actual permite la titulación de comunidades indígenas o campesinas que se superponen con Zonas Reservadas, en la práctica se trata de un procedimiento que nunca se ha realizado pues el proceso no está reglamentado. En otras palabras, es como si no fuera posible.
Por este pequeño detalle, es que el caso de los 5 Unidos no es único y aún quedan muchas Zonas Reservadas sin categorizar.
Video muestra por qué las comunidades aledañas a Sierra del Divisor buscan la categorización de la zona:
https://www.youtube.com/watch?v=Ko78l5t9QBA&feature=youtu.be
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[1] Dentro del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado – SINANPE, una Zona Reservada es una categoría transitoria, que asegura un mínimo nivel de protección mientras se realizan las evaluaciones científicas necesarias para determinar su categoría definitiva, como por ejemplo el Parque Nacional del Manu.
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