Hoy se venció el plazo establecido para el reinicio de operaciones de Doe Run Perú en el complejo metalúrgico de La Oroya. Como muchos esperaban,  DRP no cumplió con su palabra y mantuvo cerradas las puertas del complejo.

También quedaron en pausa los proyectos pendientes de la empresa: los 150 millones de dólares que debía usar para culminar con el tantas veces prolongado PAMA (Plan de Adecuación y Manejo Ambiental), y los 110 millones que debían destinarse a sus proveedores mineros.

Esta mañana, trabajadores del complejo metalúrgico llegaron a la puerta de la empresa, en La Oroya, pero no pudieron ingresar. En declaraciones a Reuters, Royberto Guzmán, jefe del Sindicato de Trabajadores, afirmó el próximo martes sostendría una reunión con representantes del Ministerio de Trabajo “para ver el tema de la reanudación de nuestro trabajo”.

Por lo pronto, según refirieron al diario El Comercio, ejecutivos de Doe Run Perú han asegurado que han desembolsado 70 millones de dólares en salarios parciales a sus trabajadores durante el período de paralización de la firma (esto, por un acuerdo previo entre el Sindicato y el Gobierno)

En medio de esta crisis, se estima que cerca del 70% de los tres mil quinientos obreros que trabajaban para la empresa ya habían encontrado trabajos distintos, en otras empresas mineras ubicadas en la zona centro del país.

CNR Radio informó, además, que integrantes de la Mesa de Diálogo Ambiental de la Región Junín realizarán hoy una vigilia de solidaridad, que empezará a las 18:30 horas en la plaza Huamanmarca de Huancayo, tiene como finalidad velar por la “vigencia histórica”.