• Gregorio Mirabal, coordinador general de la COICA, señaló que uno de los objetivos de la cumbre internacional de los pueblos indígenas es hallar soluciones para enfrentar la amenaza constante en que viven los defensores ambientales de la Amazonía. 

 

“Cada dos días, un defensor ambiental es asesinado en la cuenca amazónica. Cada vez que un defensor muere, agoniza la Amazonía”, se lee en un video publicado durante la V Cumbre Amazónica de Pueblos Indígenas: Soluciones por una Amazonía Viva, organizado por la Coordinadora de la Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).

Según datos de la COICA, organización que reúne a federaciones indígenas de nueve países, en el 2019 fueron asesinados 135 defensores ambientales; en el 2020, 135; y, en el 2021, 358. Solo en nuestro país, desde el inicio de la pandemia, 14 defensores ambientales perdieron la vida violentamente.

Debido a esta constante amenaza en que viven cientos de pueblos indígenas, la cumbre amazónica que se realiza en Lima ha puesto, entre los ejes centrales, a la falta de protección de los defensores ambientales, así como a la impunidad de los crímenes.

En ese contexto, Gregorio Mirabal, coordinador general de la COICA, destaca que esta reunión internacional, además de buscar soluciones a los problemas fundamentales de la Amazonía -como las actividades ilícitas y la invasión de los territorios ancestrales-, también pretende hallar alternativas para la protección de defensores y defensoras ambientales.

“Queremos construir un plan de acción pero que no sea como el de la COP donde se hacen anuncios y no se cumplen, sino un plan de acción que tenga compromisos. Y en este caso hemos invitado al Gobierno de Perú en el tema ambiental, la aplicación de la justicia y la seguridad de nuestros hermanos y hermanas. Pero también hemos invitado a bancos multilaterales para ver cómo pueden ayudar a salvar la Amazonía. También están los aliados del movimiento ecológico mundial que vienen con sus aportes”, explica en conversación con Actualidad Ambiental.

Para el líder de COICA, la titulación de los territorios ancestrales ayudaría a brindar mayor seguridad a las poblaciones indígenas. “Si no hay propiedad, no hay ningún impedimento legal para que ingresen las petroleras o mineras. […] Lamentablemente hay economías criminales que entran por la fuerza a nuestros territorios. Ahí es donde exigimos la presencia del Estado, las Fuerzas Armadas, la Policía, para que puedan condenar la actividad ilícita”, agrega Gregorio Mirabal.

Una cumbre para defender la Amazonía

La V Cumbre Amazónica de los Pueblos Indígenas tiene como objetivo definir estrategias para proteger el bioma amazónico, vital para garantizar la seguridad alimentaria de millones de personas.

En el evento también tiene como fin presentar un informe que revela los nuevos puntos críticos de biodiversidad en riesgo inminente, y trabajar en un proceso de construcción colectivo para generar un plan de acción para evitar que la región amazónica continúe hacia una destrucción sin retorno.

“Queremos revisar cuáles son los problemas de la Amazonía para plantear cuáles son las soluciones. Por ello, esta reunión se llama Cumbre de Soluciones para una Amazonía Viva. Queremos que este plan de acción nos permita, en el 2025, tener indicadores que indiquen que ya no se están asesinando a nuestros hermanos, que ya ha bajado la deforestación, que hay alternativas económicas, que los Gobiernos están destinando un presupuesto para apoyar otro tipo de economía que no sea la minería o el petróleo en las comunidades, que haya mejores oportunidades educativas para nuestra gente”, explica Mirabal.

“Queremos elaborar nuestro plan de acción y llevarlo a todos los escenarios. Queremos llegar a sentarnos con los Gobiernos de cada uno de los países, también en la COP y la Cumbre de Biodiversidad, y decirles que esto es lo que están pidiendo los pueblos indígenas”, agrega.

Finalmente, el líder indígena afirma que también promoverán la ratificación del Acuerdo de Escazú en los países donde la COICA tiene incidencia, y velarán porque se cumpla el Convenio 169 de la OIT.

“Estamos promoviendo una Amazonía por la vida. Si la selva no tiene derechos, si los pueblos no tienen derechos, lamentablemente la Amazonía se va a convertir en un desierto. Será un territorio contaminado, los pueblos serán condenados a vivir en las ciudades como mendigos, eso es lo que quieren. Nosotros vamos a luchar para defender nuestro territorio”, concluye.