¿Cómo afecta al ambiente la contaminación por el uso de bolsas de plástico?
miércoles 3 de julio, 2024
• En Perú se utilizan 3 millones de bolsas de plástico al año, equivalente a casi 6 mil bolsas por minuto, según el Ministerio del Ambiente.
• La «Ley de plásticos de un solo uso» se aprobó con el fin de reducir el impacto ambiental y la salud pública de este producto. Sin embargo, la falta de evidencia y la informalidad de la economía dificultan medir el impacto real de la norma tras casi seis años de su promulgación.
Por Daniel Contreras Zuloaga / dcontreras@spda.org.pe
En el tiempo que te tome leer esta nota (unos 3 minutos), probablemente se hayan usado cerca de 30 millones de bolsas de plástico porque, a nivel mundial, se consumen aproximadamente 160 mil bolsas de plástico cada segundo.
En nuestro país, se utilizan 3 mil millones de bolsas plásticas al año, según cifras del Ministerio del Ambiente (Minam). Ello equivale a casi 6 mil bolsas por minuto. Además, la campaña Hazla por tu Playa de Conservamos por Naturaleza, encontró cerca de 28 mil bolsas de plástico en playas peruanas entre los años 2020 y 2023. Esto las sitúa entre los cinco productos plásticos más encontrados.
Las bolsas plásticas tienen un enorme impacto ambiental. Debido a su material, pueden tardar cientos de años en degradarse luego de ser desechadas. Según estimaciones de Naciones Unidas (ONU), al año 8 toneladas de plástico acaban en los océanos. Las bolsas de plástico en particular amenazan la vida marina, pues son letales para los animales que las ingieren, como las tortugas, ballenas o delfines.
Ley de Plásticos de un solo uso
Si se incluyen todos los tipos de plástico, Perú genera alrededor de 1.2 millones de toneladas de residuos plásticos al año, de acuerdo a cifras del Minam. Solo el 10 % de estos residuos se recicla adecuadamente: el resto termina en vertederos, ríos y el mar. De hecho, un 46 % de los residuos que se encuentran en las playas son de plástico. Y solo en el área metropolitana de Lima y Callao, al día se generan más de 886 toneladas de residuos de este material.
Para combatir esta problemática, en 2018 se aprobó la «Ley de plásticos» (Ley 30884), con el fin de reducir el impacto ambiental y a la salud pública del plástico de un solo uso y otros plásticos no reutilizables.
Esta ley prohíbe gradualmente el uso de bolsas de plástico no reutilizables en establecimientos comerciales y mercados, restringe el uso de cañitas y otros utensilios de plástico, prohíbe el empaquetamiento de alimentos y bebidas con plásticos de un solo uso y promueve alternativas ecológicas.
Efectividad incierta
Si bien cifras iniciales mostraron una reducción en el consumo de bolsas plásticas tras la aprobación de la norma, la falta de evidencia existente dificulta medir el impacto real de la ley a casi 6 años de su promulgación, señala Edwin Castillo, especialista de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
“(El impacto) debería ser medido en un menor consumo de bolsas de plástico de un solo uso, o en el menor consumo de plásticos en general, pero no ha habido un estudio que vaya en ese sentido”, afirma. “El primer paso sería sincerar los datos y realizar una estimación de cómo vamos a nivel numérico para determinar si estamos en el camino correcto”, añade.
Según Castillo, la falta de evidencia se debe a las deficiencias en nuestro sistema de gestión de residuos, que no recibe suficiente presupuesto para funcionar de acuerdo a los estándares internacionales.
“Lo que está claro es que la cantidad de residuos que generamos per cápita tiende a incrementarse”, agrega.
Consumo informal
Pese a la falta de cifras claras que permitan evaluar la evolución del consumo de plástico entre los peruanos, el especialista observa que el cumplimiento de la «Ley de plásticos» ha sido irregular. Esto, explica, se debe a la dinámica altamente informal de la economía peruana.
“Por ejemplo, las bolsas de plástico entregadas en centros comerciales y restaurantes han empezado a ser remplazadas por papel, y los negocios formales respetan el cobro por bolsas de plástico”, señala. “Sin embargo, en las bodegas y mercados, donde la mayoría de peruanos compran, este cambio no ha sido tan efectivo”.
Asimismo, la producción de plásticos de polímero a base de petróleo es muy barata, lo que dificulta que productos más sostenibles puedan competir con ella, explica Castillo.
Sin embargo, no todo es negativo y se aprecian algunas tendencias alentadoras, resalta el especialista. “Las tasas de reciclaje en Perú, que mide el Minam a través de la información proporcionada por las municipalidades, han mostrado un aumento”, subraya.
“Ello se debe en parte a la aparición de empresas y emprendimientos que brindan servicios de recolección y reciclaje, lo que antes era poco frecuente. El compromiso de las empresas también ha contribuido a este incremento”, puntualiza.
Además, según un estudio de la Universidad Nacional Federico Villarreal, existe una tendencia creciente en la población a preferir alternativas más sostenibles como bolsas reutilizables, y a estar dispuestos a pagar un pequeño monto por las bolsas plásticas.
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