Inaugurando la etapa final de las negociaciones, en el marco de la XVII Conferencia de las Partes (COP17) de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon se mostró poco confiado respecto de lo que correspondería esperar: “Tenemos que ser realistas acerca de las expectativas de un avance en Durban. Un acuerdo climático global puede estar fuera de nuestro alcance por ahora”.
Ban Ki-moon consideró a las diferencias políticas, la crisis financiera mundial y a una divergencia de prioridades entre los países ricos y pobres como los principales obstáculos que dificultan un acuerdo en las negociaciones.
Sin embargo, al final de su exposición, instó a los países a aprovechar la oportunidad, mantener con vida el Protocolo de Kioto y ver en su real dimensión las implicancias de las decisiones que se pueden acordar. “Debemos mantener el impulso. Sin exagerar, podemos decir que el futuro de nuestro planeta está en juego. Les insto a que consideren cuidadosamente un segundo período del compromiso de Kioto”, sostuvo.
Las declaraciones del Secretario General de la ONU llegan en un escenario en Durban donde la propuesta de la Unión Europea (la continuidad del Protocolo de Kioto y un posterior acuerdo global con obligaciones legales implementado a partir del 2020) recibió respuestas negativas por parte de China e India. La “hoja de ruta” de la UE constituye una pieza central de las negociaciones entre los 194 países en Durban, Sudáfrica.
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Pena y vergüenza… INDIGNACIÓN!!! Sin decisión vinculante y recursos suficientes comprometidos, sumado a exigencia de verdaderas reducciones de emisiones y eficacia+equidad en los instrumentos… Siguen pasando los días, meses y años y esto parece una gran burla global.
Hace falta un mayor equilibrio de fuerzas en las negociaciones. Los países productores de materias primas, que por lo general son los menos desarrollados, deben establecer también condiciones. Es importante la inversión, pero más que dinero de los poderosos se debe preservar los recursos que nos permiten sobrevivir. Considero un buen camino el fortalecimiento de las organizaciones sociales y pueblos originarios, que sin caer en el extremismo, desarrollen una globalización de abajo hacia arriba, debiendo para ello informarse adecuadamente y establecer canales de comunicación transparentes.