A través de un comunicado publicado ayer en el diario El Comercio, un grupo de asociaciones civiles mostraron su rechazo a las afirmaciones de Santa Sofía Puertos (SSP), que aseguró tener el respaldo de la población de Ancón luego de la presentación del borrador del Estudio de Impacto Ambiental para la construcción de un terminal portuario.
Según se afirma en el comunicado, SSP miente cuando asegura que en la audiencia pública, realizada el 19 de noviembre, sólo una minoría se opuso al proyecto.
“Dentro de la sala de la audiencia se apreció un rotundo rechazo al proyecto. Ni siquiera la desvergonzada práctica de traer decenas de buses con mujeres y niños desde poblados que están fuera del área de influencia del proyecto pudo contrarrestar la firme determinación de la población ribereña para defender su bahía”, se indica en el comunicado.
Las asociaciones civiles también desmienten a SSP cuando aseguró, mediante avisos pagados en diferentes medios escritos, que sólo una minoría de los vecinos anconeros se oponen a este proyecto. Asimismo, resaltan la decisión unánime de los pobladores que revocaron, en enero de este año al ex alcalde de Ancón, Guillermo Pozo, porque apoyaba la construcción del puerto.
QUIEREN PROTEGER LA BAHÍA
El comunicado también desmiente que la construcción del puerto en Ancón generará una fuente importante de trabajo y acabará con la pobreza de la zona, como afirmó Santa Sofía Puertos.
“El proyecto daría trabajo a sólo 320 personas de las cuales no habrían más de 100 anconeros. Ancón tienen 33,000 residentes. Solamente la pesca –que desaparecería– hoy emplea a más de 750 personas beneficiando a más de 5,000 familias”, indica el documento.
Asimismo, se hace hincapié en la contaminación ambiental que generaría esta construcción, como lo afirma el propio EIA de SSP. Esta zona se caracteriza por ser hábitat de delfines, lobos, aves, entre otros animales protegidos, y además posee una riqueza paisajística que hace de Ancón un lugar de alto potencial turístico.
Finalmente, las asociaciones afirman que estarán “atentos para denunciar todo manejo que se salga del marco legal en este proceso que viene siendo enturbiado por tanta falta de transparencia y por una empresa que viola principios básicos de responsabilidad social y ambiental”.
El comunicado fue dirigido al Presidente de la República, al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, la Defensora del Pueblo, Ministerio del Medio Ambiente, y a la Presidencia de la Autoridad Portuaria.
Firmaron el documento: Asociación de Propietarios de Ancón – APANCON; Asociación de Residentes y Propietarios de Miramar – Ancón; Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón; Asociación de Cebicheras del Molo Muelle de Ancón; Asociación de Extractores de Mariscos de Ancón; Casino Náutico de Ancón; Yacht Club de Ancón; y la Unión de Obras de Asistencia Social.
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Estudio de Impacto Ambiental del Puerto de Ancón no vale una pezeta y fue hecho a la medida del pretendido concesionario.
Estudio de Impacto Ambiental del Puerto de Ancón no incluye áreas protegidas.
Las pretendidas medidas de mitigación ambiental descritas en el EIA no son tales, se limitan a simples propuestas para monitorear los daños SIN TRATAR DE EVITARLOS o minimizarlos.
Tampoco se ha contemplado un plan de contingencia y evacuación no solo ante desastres naturales, también ante accidentes durante la etapa operativa del proyecto.
El amasijo de papeles que se ha pretendido hacer pasar como un Estudio de Impacto Ambiental del Puerto de Ancón no vale una pezeta y fue hecho a la medida del interesado en la concesión: los lobbistas portuarios chilenos y su alma gemela, Dionisio Romero.
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A LAS CORPORACIONES LOS CONCEPTOS DE PAÍS Y NACIÓN LES PARECEN OBSOLETOS: SU PATRIA ES EL DINERO.
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La poblaciòn de Ancón se ha levantado contra el proyecto de un megapuerto en dicha bahía, con capitales chilenos. El gobierno aprista y el Consorcio Santa Sofìa , formado por capitales chilenos y el Grupo Romero, señalan que no existe peligro de penetraciòn del paìs sureño en busca de apoderarse, poco a poco, del magapuerto del Callao. Por tanto, según ellos, no hay peligro para la seguridad del país.
Eso mismo repetían los colaboracionistas, allá por los años de 1877-1878, poco antes de la guerra con Chile, cuando los expertos y militares prevenían al gobierno sobre el peligro de la invasiòn de capitales y trabajadores chilenos en Tarapacá, y el consiguiente armamentismo chileno. “Cegados” por el dinero de los capitalistas mapochinos, gobernantes y polìticos de aquel entonces se mofaban de los patriotas que alertaban sobre la inminente invasiòn chilena.
El Presidente Pardo, multimillonario apoyado por el poder econòmico, llegó a decir que el Perú ya contaba con dos acorazados, llamados “Argentina” y “Bolivia”, para enfrentar al “Cochrane” y el “Blanco Encalada” de Chile y se negó a comprar dos blindados superiores a los del belicoso vecino, contra la opiniòn de los marinos peruanos, entre ellos Grau.
Es triste ver cómo se repite la historia para los pueblos desgraciados, cuyos hijos siempre andan divididos frente a una amenaza exterior. laverdadcontodaelalma.blogspot.com/2010/11/la…
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malcolm.allison@gmail.com