Aprueban guía para gestionar los impactos ambientales en proyectos de inversión

lunes 5 de agosto, 2024

Foto: Thomas Müller / SPDA

  • La guía para la aplicación de la jerarquía de mitigación permite la evaluación de alternativas y la selección de medidas ambientales sostenibles, equilibrando la conservación del medio ambiente con las prioridades de desarrollo en proyectos de inversión.

Escribe: Grecia Medina / Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la SPDA

 

El pasado 18 de julio se aprobó la “Guía para la aplicación de la jerarquía de mitigación en el marco del Sistema Nacional de Evaluación del Impacto Ambiental (SEIA)”, a través de la Resolución Ministerial 00209-2024-MINAM.

La guía en cuestión incluye los principales criterios y lineamientos generales para la aplicación de la jerarquía de mitigación (JdM) durante el diseño del proyecto de inversión, así como en el marco de la elaboración y evaluación del estudio ambiental que se encuentra comprendido en el SEIA. Cabe acotar que la mencionada norma fue prepublicada en octubre del 2023[1] para recepción de comentarios y/o aportes de la ciudadanía.

¿Qué es la jerarquía de mitigación?

La jerarquía de mitigación (JdM) es un marco metodológico que permite gestionar los impactos ambientales potenciales de manera secuencial e iterativa, mediante la aplicación de medidas en orden de prelación, para evitar o prevenir, minimizar o mitigar y restaurar, los impactos negativos potenciales y, eventualmente, compensar los impactos residuales generados por los proyectos de inversión.

En el contexto del SEIA, la JdM tiene como objetivo gestionar los posibles impactos ambientales que puedan surgir de la implementación de un proyecto de inversión. Este proceso se puede entender como una serie de pasos prioritarios y secuenciales diseñados para minimizar los impactos negativos significativos que las actividades de estos proyectos pueden tener sobre los factores ambientales y sociales.

Sobre esto último, es importante mencionar que la guía enfatiza que, si bien la JdM se enfoca en la biodiversidad y funcionalidad de los ecosistemas, esto no es limitativo para los factores ambientales y sociales.

Cabe recordar que el artículo 34 del Reglamento de la Ley del SEIA[2] precisa que toda referencia al impacto ambiental en el marco del SEIA comprende los impactos sociales que estuvieran relacionados, respecto de los cuales se deben considerar las medidas necesarias de acuerdo a cada proyecto de inversión, de modo que se asegure una gestión social adecuada, la transparencia de los procesos, la prevención de conflictos, así como la prevención, control, mitigación y eventual compensación e indemnización por los impactos sociales que se pudieran generar.

¿Cuáles son las medidas que contempla la JdM?

La JdM está conformada por cuatro tipos de medidas con la finalidad de atender el impacto ambiental negativo generado por el desarrollo de proyectos de inversión: i) medidas para evitar o prevenir, ii) medidas para minimizar o mitigar, iii) medidas para restaurar (por recuperación, rehabilitación o restauración ecológica), y iv) medidas para compensar.

Fuente: Elaboración propia

Para la aplicación de la JdM, se contempla el estado inicial del entorno, es decir, sin proyecto e impacto ambiental. Posteriormente, con el ingreso del proyecto de inversión, se estima un posible impacto.

En un segundo momento, se evalúan las medidas de prevención orientadas a evitar o prevenir el impacto potencial. De esta manera, los impactos evitados y prevenidos son reducidos hasta un nivel tolerable. Frente a los impactos que no pudieron ser evitados ni prevenidos, es necesario que se propongan medidas de minimización o mitigación.

Los impactos minimizados o mitigados se reducen a niveles tolerables, en consecuencia, el proyecto de inversión resulta ambientalmente viable. En tanto, frente a los impactos que no pudieron ser minimizados ni mitigados, se proponen medidas de restauración. Los impactos restaurados al reducirse a niveles tolerables generan que el proyecto de inversión resulte ambientalmente viable.

Finalmente, los impactos que persisten después de haberse implementado medidas para prevenir, minimizar y restaurar son los impactos residuales respecto de los cuales se debe evaluar si estos se reducen a niveles tolerables, y si estos son compensables o no, siendo este análisis el que determina la viabilidad ambiental del proyecto de inversión.

Foto: Vico Méndez / SPDA

Importancia de la JdM en las inversiones sostenibles

La aplicación de la JdM es necesaria y, a la vez, beneficiosa para la formulación e implementación de los proyectos de inversión porque permite evaluar y gestionar los impactos y riesgos ambientales, generar la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, y promover la formulación de proyectos rentables.

La aplicación oportuna de la JdM permite disminuir el consumo de recursos, optimizar los procesos y reducir el desperdicio de materia prima. También posibilita anticiparse a posibles situaciones adversas relacionadas con el diseño o la ubicación del proyecto de inversión. Esto ayuda a reducir los riesgos que podrían retrasar la ejecución del proyecto y optimizar los costos, logrando así una inversión más rentable y sostenible.

Al integrar la jerarquía de mitigación desde el inicio, los proyectos pueden desarrollarse de manera más armoniosa con el medio ambiente y considerar las implicancias sociales. En esa línea, es importante hacer partícipe a la población que sea posiblemente afectada, a través de los mecanismos de participación ciudadana, con el objetivo de explicarles la aplicación de la JdM en un lenguaje práctico y sencillo.

Si bien la JdM es clave en la gestión ambiental de los proyectos de inversión, es importante destinar mayores esfuerzos en las medidas de prevención y minimización de ser posible, dado que se podría dar importantes reducciones en impactos ambientales negativos.

Consideraciones finales

En ese marco, según todo lo mencionado anteriormente, la JdM es un proceso necesario para realizar la inversión más rentable, a la vez que se gestionan eficazmente los impactos sobre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, y se consideren los factores ambientales y sociales que surjan en el proceso.

La planificación es un componente esencial en la JdM. Al evaluar detalladamente los posibles efectos de los proyectos de desarrollo en la biodiversidad, se pueden encontrar maneras de reducir estos impactos y asegurar la sostenibilidad a largo plazo del proyecto. Esto puede incluir la selección de sitios con menor valor de biodiversidad, un adecuado diseño del proyecto, o la implementación de medidas para proteger especies o hábitats vulnerables.

En conjunto, la implementación de la jerarquía de mitigación fomenta un enfoque integral que no solo protege el medio ambiente, sino que también fortalece la viabilidad y aceptación de las inversiones en Perú, garantizando su sostenibilidad a largo plazo.

Datos:

  • Actualmente, también se cuenta con los “Lineamientos para la aplicación de la Jerarquía de Mitigación con enfoque en el manejo de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en la evaluación de los Estudios Ambientales a cargo del Senace”, aprobada por Resolución de Presidencia Ejecutiva 00045-2023-SENACE-PE.
  • El pasado 5 de julio se dio la publicación del proyecto de “Guía para la compensación ambiental en el marco del Sistema Nacional de Evaluación del Impacto Ambiental (SEIA)”, a través de la Resolución Ministerial 195-2024-MINAM, la cual tuvo su período de envío aportes y/o comentarios hasta el 19 de julio.

 

 

 

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[1] «Guía para la aplicación de la jerarquía de mitigación en el marco del Sistema Nacional de Evaluación del Impacto Ambiental». Resolución Ministerial 328-2023-MINAM.
[2] Reglamento de la Ley 27446, Ley del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental. Decreto Supremo 019-2009-MINAM.

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