El jueves pasado, el menos 15 sismos remecieron diversas provincias de la región Lima, especialmente el distrito de Matucana (Huarochirí), lugar donde decenas de familias han sido afectadas. Viviendas, centros educativos e incluso un centro de salud sufrieron daños por el movimiento de regular intensidad.
A los mencionados daños, se sumó la preocupación por la posible caída de toneladas de relaves mineros que reposan a orillas del río Rímac, en las inmediaciones del cerro Tamboraque, distrito de San Mateo (Huarochirí), a solo 93 kilómetros de la capital.
Ante la alarma, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), realizó acciones de supervisión en la unidad minera Coricancha, de Great Panther Coricancha S.A., ubicada en el mencionado lugar, y confirmó que “no se ha producido derrame de relave, lo cual también fue corroborado por el Osinergmin”.
Según OEFA, en febrero del presente año dictó medidas preventivas a la empresa ordenándole el mantenimiento de los canales de coronación de los depósitos de relaves 1 y 2, así como el monitoreo continuo de posibles desplazamientos del relave y la colocación de cobertores en dichos depósitos.
Además, ordenó a la empresa que presente un plan de contingencia, si es que el relave cae al cauce del río que abastece de agua potable a millones de personas.
“A la fecha, el administrado (la empresa) viene reportando el cumplimiento de las medidas preventivas y ha comunicado el traslado de, aproximadamente, el 50% de los 6900 m3 de relaves que se encuentran en la zona denominada Extensión Sur al depósito Chinchán, de acuerdo a su Plan de Cierre de Minas”, señaló el organismo.
Las acciones de supervisión que realiza el OEFA en la zona, están orientadas a identificar manifestaciones como grietas o fisuras, la implementación de las acciones del plan de contingencia solicitado, entre otros.
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