Con el fin de evaluar si el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la Central Hidroeléctrica de Inambari recoge información integral sobre los aspectos sociales y ambientales que garanticen un adecuado proceso para la toma de decisiones, un grupo de especialistas –por encargo de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR)– desarrolló un análisis al mencionado documento y realizó diversos cuestionamientos técnicos, ambientales y sociales.

Una de las conclusiones indica que el EIA “no cuenta con un análisis detallado de alternativas” que informen a la población sobre las otras opciones de generación energética tanto para Perú como para Brasil. Es decir, el proyecto no se encontraría “técnicamente justificado al no ser parte de un Plan Energético Nacional”.

Además, señala que “la valoración de los impactos carece de elementos fundamentales que le den credibilidad e independencia al análisis”. Entre las preocupaciones más resaltantes indica que el EIA no plantea rutas alternativas o impactos sociales y ambientales luego de la inundación de 101 km de la Carretera Interoceánica, tramos 2 y 4.

Otros aspectos negativos de la hidroeléctrica giran en torno a que no existe una información detalla de la infraestructura, ni de las medidas de emergencia en caso de fallas. Asimismo, los recursos destinados a la mitigación de impactos ambientales no serían suficientes, considerando la magnitud del proyecto.

Por otro lado, el análisis revela que el EIA no identifica la cantidad total de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), generados por la deforestación y degradación del bosque. Tampoco contempla la cantidad exacta de la población que sería afectada, lo que ameritaría “un nuevo censo para determinar la población que se encuentra en esta área”.

El EIA fue realizado por la compañía ECSA, encargada por EGASUR (que agrupa en consorcio a las empresas brasileñas OAS, FURNAS y Eletrobras).

Leer el resumen ejecutivo del análisis:
Resumen Ejecutivo análisis del EIA del proyecto de la Central Hidroeléctrica de Inambari