El Bosque Urbano Separadora Industrial, ubicado entre Ate y La Molina, es un espacio de 40 hectáreas que alberga 7 mil árboles, algunos con más de 40 años de vida. Este espacio cumple con un papel clave en la regulación térmica, la purificación del aire y la calidad de vida de más de 740 mil habitantes de la zona, en una ciudad con escasez de áreas verdes y temperaturas cada vez más extremas. 

Sin embargo, la construcción del proyecto vial “Anillo Vial Periférico”, pondría en riesgo este pulmón de Lima. Según informó Salud con Lupa, el proyecto abarcará 34.8 kilómetros de autopistas que atravesarán 12 distritos de Lima. En los próximos nueve años este bosque podría ser reducido en 20 hectáreas para dar paso a la nueva infraestructura, dimensión equivalente a perder dos veces el Bosque El Olivar, en San Isidro, o una vez y media el Cambio de Marte, en Jesús María.

De acuerdo al Estudio de Preinversión del Anillo Periférico, se construirán cinco carriles y un estacionamiento en línea sobre la avenida Separadora Industrial. Para compensar la pérdida de áreas verdes, la propuesta incluye un “parque lineal” de entre 20 y 30 metros de ancho en las zonas no ocupadas. Sin embargo, la avenida actual que alberga al Bosque Urbano Separadora Industrial, tiene una anchura de aproximadamente 70 metros, por lo cual su tamaño se reduciría a menos de la mitad.

Preocupación en la comunidad

Este estudio, del año 2014, es el documento más detallado al que han tenido acceso los vecinos de Ate y La Molina, quienes rechazan la construcción del proyecto. La única otra referencia disponible es la Versión Inicial del Contrato de Concesión, del 2023, aunque esta ofrece información general y no precisa claridad suficiente sobre el impacto ambiental y urbano del proyecto. 

Salud con Lupa indica que la falta de transparencia en la difusión del proyecto ha generado preocupación en los vecinos de la zona y organizaciones locales, quienes denuncian la ausencia de un proceso de consulta adecuado. “¿Cómo vamos a opinar sobre el proyecto si no tenemos información ni de la empresa ni de Proinversión?”, cuestiona Nancy Catacora, presidenta del Comité de Defensa del Arbolado de la Av. Separadora Industrial (Codeasi). “Llevamos años pidiendo información y nos la negaron porque se trataba de una alianza público-privada. Ahora que el proceso terminó, seguimos solicitándola y tampoco nos la entregan”, advierte.

¿Por qué es importante la conservación de este pulmón limeño?

Según la Organización de las Naciones Unidas, un árbol maduro, como los que habitan en este bosque, puede absorber hasta 150 kg de gases contaminantes al año. Además, su presencia ayuda a reducir la temperatura entre 2 y 8 grados centígrados.

En una ciudad dominada por el cemento y el asfalto, la falta de árboles ha generado un fenómeno conocido como “islas de calor”, donde las temperaturas son más elevadas en zonas con pocos espacios verdes debido a la acumulación de calor en las construcciones, autopistas y vehículos. Un análisis de Salud con lupa mostró que distritos como Villa María del Triunfo, con menor presencia de árboles, registran temperaturas mucho más altas en comparación con San Borja, un distrito con mayor cobertura verde. En verano, estas diferencias pueden oscilar entre 4 y 6 grados centígrados.

En ese sentido, Lima enfrenta un grave déficit de áreas verdes. Un informe de la Municipalidad de Lima, del 2021, reveló que la ciudad necesita al menos 4710 hectáreas más de espacios verdes y 2.8 millones de árboles adicionales para alcanzar la meta de 9  m²  de áreas verdes y 3 árboles por persona. Actualmente, el promedio es de solo 3  m²  por habitante, muy por debajo del estándar recomendado. 

Un reto para la movilidad sostenible

Según un artículo publicado en el diario El Peruano el 2023, el proyecto tendría la finalidad de facilitar el traslado de carga dentro de la ciudad y su conexión con la Panamericana Norte, Sur y la Carretera Central. Además, se presenta como una vía que permitirá viajar rápidamente desde Independencia hasta La Molina y desde allí hasta el Callao, diseñada para vehículos particulares y de transporte público, como autos, combis, buses y camiones.

Sin embargo, la construcción del Anillo Vial Periférico va en contra del concepto de movilidad sostenible, que busca reducir el uso de transporte privado e incentivar alternativas más ecológicas como bicicletas o vehículos eléctricos. 

Según el arquitecto Juan Miguel Guerrero Orbegozo, el proyecto contradice compromisos asumidos por el Perú, como la Agenda 30, que prioriza el bienestar general, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. 

“El Perú, con este proyecto, da prioridad al automóvil particular. Se sumarán 5 millones de metros cuadrados de pavimento para vehículos. Los autos, camiones y buses que funcionan con combustibles fósiles son una de las principales fuentes de contaminación del aire”, advierte el arquitecto.

Además, advierte que este sería el tercer intento de construir una mega autopista en Lima, después de Línea Amarilla y Rutas de Lima, proyectos que, según él, han fracasado. Ante esta situación, los vecinos de Ate y La Molina se cuestionan si la reducción del Bosque Urbano Separadora Industrial realmente justifica la construcción del proyecto vial, considerando que no hay garantías para una mejora en el tráfico ni beneficios directos para la comunidad local. 

Planes sin acción

El Plan de Desarrollo Concertado de Lima Metropolitana 2023 – 2025 señala que las áreas verdes de uso público deben ser “intangibles, inalienables e imprescriptibles” porque contribuyen a la salud, el bienestar, la sostenibilidad y el equilibrio ecológico. Además, el Plan Local de Cambio Climático al 2023, aprobado en 2021, establece como meta que Lima cuente con al menos 9 m2 de áreas verdes por persona y un árbol por cada tres habitantes para el año 2025. En la misma línea, el Manual de Criterios de Diseño de Infraestructura Ciclo-Inclusiva y Guía de Circulación del Ciclista (2017) advierte que la ciudad ha sido diseñada para priorizar autos sobre peatones y ciclistas, lo que afecta la calidad ambiental, la accesibilidad y la seguridad vial.

En ese sentido, todos los planes apuntan a que Lima necesita más árboles y espacios verdes. Sin embargo, estos lineamientos no han impedido que el Bosque Urbano Separadora Industrial esté en riesgo. Para protegerlo, en enero de 2024 se presentó un proyecto de ley que busca garantizar la conservación de áreas verdes urbanas frente a obras viales. Ya cuenta con dictamen favorable en la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología, y propone declarar de interés nacional la protección de este espacio.

Dato:

• El 4 de abril de 2024, el contrato fue adjudicado al Consorcio Anillo Vial Periférico, integrado por las empresas españolas Ferrovial, Acciona y Sacyr. Según Proinversión, la autopista tendrá un costo de 3,396.40 millones de dólares e implicará la expropiación de aproximadamente 2,400 viviendas e inmuebles.