- Análisis de laboratorio confirma que algunas fresas contenían 7 a 13 veces por encima de los límites máximos permisibles en Perú.
Tras un análisis realizado en cinco mercados de Lima y Callao, el laboratorio Mérieux Nutrisciences confirmó que la presencia de altas cantidades de residuos de pesticidas en las fresas, lo cuales superan hasta 13 veces los límites máximos de residuos (LMR) de estas sustancias químicas establecidos en la legislación peruana.
Las cinco muestras fueron recogidas en los mercados Lobatón (Lince), Mayorista de Frutas (San Luis), Mercado Magdalena (Magdalena del Mar), San José (Jesús María) y Minka (Callao). Luego, el laboratorio, acreditado a nivel internacional y con presencia en 27 países, hizo los respectivos exámenes.
Jaime Delgado, abogado especialista en defensa del consumidor, desatacó que “si bien Perú es un importante exportador de fresas que cumplen estrictos estándares de cultivo exigidos por los mercados de Estados Unidos y Europa, las frutas que llegan al mercado local no se cultivan con el mismo cuidado ni se cumple la vigilancia local para garantizar alimentos inocuos en las mesas de los peruanos”.
Según el especialista, los cultivos para el mercado local superan los estándares de límites máximos de pesticidas y el actual sistema de vigilancia de los alimentos agropecuarios a cargo del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) no funciona.
En la muestra del mercado Minka (Callao), se detectaron altos niveles de clorfenapir (7 veces por encima de los límites permisibles) y fipronil (5.4 veces), así como de isocloseram (3.8 veces).
En el Mercado de Magdalena, la fresa que se analizó superó 3.3 veces los límites del pesticida clorfenapir y 1.38 veces de fipronil. En la muestra del Mercado San José (Jesús María), se halló una concentración extremadamente alta de clorfenapir (13 veces más que los límites), mientras que el lufenurón llegó a 1.7 veces más.
En la fresa del Mercado Lobatón de Lince hubo una elevada presencia de isocloseram (3.8 veces más) y fipronil (2.1 veces más), mientras que en la del Mercado Mayorista de Frutas (San Luis), la presencia de clorfenapir fue 3.7 veces más que los límites permisibles y de profenofos 1.6 veces más.
Estos pesticidas, en concentraciones superiores a los límites permitidos, presentan riesgos para la salud humana. El clorfenapir es considerado un potencial carcinógeno. El fipronil es tóxico para la tiroides, los riñones y el hígado, y también se ubica como potencial cancerígeno. El isocloseram es una molécula nueva, sin muchos estudios, lo que genera incertidumbre sobre sus efectos, mientras que el lufenurón, además de ser tóxico para la tiroides y el hígado, puede causar bioacumulación. El dimetoato es altamente tóxico y tiene efectos sobre el hígado, además de alterar la acción hormonal. Por último, el profenofos es conocido por sus efectos neurotóxicos.
Cabe resaltar que, en cuanto a los resultados microbiológicos, en general, las muestras cumplían con la legislación.
Recomendaciones para el consumo
Jaime Delgado señaló como recomendación lavar bien las fresas antes de consumirlas. Con ello se pueden eliminar los microorganismos. Sin embargo, aclaró que, lamentablemente, el lavado no ayuda mucho a eliminar los agroquímicos que se encuentran dentro de la fruta.
“Es urgente que el Perú adopte medidas de control que aseguren la inocuidad de los alimentos agropecuarios. El Senasa y las municipalidades están llamados a proteger la salud de las personas frente a un problema tan extendido. Los peruanos merecemos que nos traten igual que a cualquier país extranjero al que vendemos nuestras frutas y verduras”, indicó.
Finalmente, resaltó que “el país necesita un cambio en el modelo institucional de supervisión que nos asegure un control eficiente y oportuno de todo lo que comemos diariamente. Los poderes Legislativo y Ejecutivo están llamados a trabajar para resolver con urgencia este problema de salud pública”.
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