Las principales demandas de las cuatro cuencas en Loreto son la falta de agua, salud y saneamiento, entre otros servicios que reclaman durante cuarto décadas.

 

En la región Loreto, el Estado peruano tiene una deuda pendiente con los pueblos indígenas de las cuatro cuencas (ríos Pastaza, Tigre, Corrientes y Marañón), cuyas demandas -relacionadas a los impactos de la explotación petrolera- esperan ser atendidas hace cuatro décadas. “Hay muchos acuerdos firmados, pero sin presupuesto no se puede avanzar nada”, afirma Lizardo Cauper, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep).

Actualidad Ambiental conversó con el líder indígena para conocer las principales demandas que mantienen en pie de lucha a los pueblos indígenas de esta zona de la Amazonía, y los avances en la defensa de su territorio.

¿Actualmente cuáles son las principales demandas de los pueblos indígenas en las cuatro cuencas?

Las cuatro cuencas han planteado primero el tema ambiental, pues vienen sufriendo mucho tiempo con los impactos socioambientales, y sobre todo la contaminación del agua. Entonces, lo que plantean es la necesidad de servicios básicos, contar con agua limpia. Luego están las demandas territoriales, la titulación de comunidades, los temas de educación y salud. El tema de salud es importante, porque tiene que haber un servicio de salud diferenciado, intercultural.

A la fecha no se están atendiendo estas demandas. Varias veces se ha declarado en emergencia, pero el proceso de implementación o de dar respuesta a esos problemas es muy lento, burocrático. No hay respuestas claras y sigue habiendo incidentes de ruptura de ductos y derrames de petróleo. Ya es momento de validar el derecho a la vida de los pueblos indígenas. Los pueblos indígenas tienen derecho al agua, y no contaminada.

 

Agua en pueblos indígenas. Foto: Diego Pérez

 

¿Cuál es la respuesta del Estado frente a estas demandas que llevan décadas?

Han pasado varios gobiernos, y desde Aidesep siempre se han propuesto soluciones a las demandas. Hay mesas de trabajo entre los pueblos indígenas y el Estado, pero aún no es política del Estado dar una solución inmediata. Eso nos preocupa, ningún ministerio pone presupuesto específico a los pueblos indígenas para el tema de salud, educación, infraestructura o el tema de proyectos productivos compatibles al desarrollo y medio ambiente. También hay iniciativas económicas planteadas, que tienen que estar visibilizadas, y las iniciativas que se han dado deben ser implementadas.

Entonces, ¿el presupuesto ha sido uno de los factores que no han permitido atender sus demandas?

Las demandas de los pueblos se han visto, se han trabajo en conjunto, pero lo que no hay es un techo presupuestal que dirija fondos específicamente a las necesidades básicas de los pueblos indígenas. La burocracia no permite que los programas sociales lleguen a las comunidades, o no llegan bien. Por eso lo que se viene planteando es que el gobierno debe establecer mecanismos con presupuesto. Hay muchos acuerdos firmados, pero sin presupuesto no se puede avanzar nada.

¿Se puede decir que este conflicto está lejos de encontrar una solución?

Yo creo que no se va a avanzar mucho, porque hay varias reuniones y cada vez que participamos escuchamos la misma cuestión. Yo considero que tienen que involucrarse directamente los mismos ministros. Con voluntad política esto se va a resolver. Hay necesidades de emergencia y hay necesidades de urgencia, pero se burocratizan. Nos dicen que no hay presupuesto, y posponen las acciones para el 2019. Y en un escenario así, no se puede avanzar nada. No habrá respuestas eficientes a las comunidades.

Son 40 años de actividad petrolera, 40 años de contaminación, 40 años de desechos y no hay respuesta inmediata frente a esto. Y esta falta de respuesta significa que no está funcionando la forma actual, aquí lo que se necesita es voluntad política y presupuesto, para dar respuesta a las demandas actuales: agua, saneamiento y salud.