Abelino Ramírez, pescador artesanal no embarcado del año por Lima Metropolitana. Foto: Audrey Córdova / SPDA

• Conoce a “Mayumi”, uno de los ganadores del reconocimiento Pescador Artesanal Embarcado del Año, otorgado por el Ministerio de la Producción (Produce). 

Por: Frank de la Cruz 

El Día del Pescador se celebra en nuestro país cada 29 de junio para homenajear a quienes se dedican a esta milenaria labor que permite la llegada de numerosos insumos a nuestros platillos y al mercado internacional. Esta actividad ha estado presente durante muchos siglos en nuestro litoral. Hoy en día, miles de hombres y mujeres se dedican a la pesca, ya sea en la captura del recurso, el desembarque en los puertos o el procesamiento en planta. 

En el Perú, el sector artesanal resulta de importancia para la sostenibilidad de los recursos y el medio marino. De acuerdo con el Produce, en 2022, la pesca artesanal contribuyó con el 0.15 % del PBI Nacional y el 41.5 % del sector pesquero y acuícola, con un aporte de 854 millones de soles. La entidad también señala que en nuestro país hay 88 mil pescadores artesanales, de los cuales 55 mil se dedican a la pesca en el mar. 

Tanto a bordo de lanchas, yates, zapatitos y chalanas como desde las peñas o playas e, incluso, bajo el agua, los pescadores embarcados y no embarcados recolectan, usando métodos selectivos, perico, pota, pulpo, ovas, yuyo, choros, cangrejos y muchas especies más, cuyo fin es el mercado de consumo humano directo. 

Por ello este 2024, el Ministerio de la Producción (Produce) reconoció a 41 pescadores pertenecientes a distintas Organizaciones Sociales de Pescadores Artesanales (OSPAS) como “Pescador Artesanal del Año”. Este reconocimiento tiene tres categorías: Pescador o Pescadora Artesanal Embarcado del Año, Pescador o Pescadora Artesanal No Embarcado del Año y Mujer Destacada en la Actividad Pesquera Artesanal.  

Uno de los ganadores por la región de Lima Metropolitana en la categoría de Pescador Artesanal Embarcado del Año fue Abelino Ramírez Trebejo, conocido como “Mayumi”, quien forma parte de la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón (Apescaa) y es protagonista del documental El silencio del mar”. Actualidad Ambiental converso con él respecto a este reconocimiento. 

“La verdad, me siento muy contento. Gracias a Dios y gracias a mi comunidad, este reconocimiento lo recibo a nombre de ellos y del pueblo de Ancón”, comentó Mayumi. 

Sus actividades, como las de la cadena pesquera de Ancón, fueron afectadas por el derrame de Repsol en el mar de Ventanilla hace dos años. “Era muy importante que se conserve la bahía porque era el legado que le íbamos a dejar a las nuevas generaciones. Ahora, ellos se ven prácticamente impedidos de poder visitar estas hermosas playas de Ancón”, dijo Ramírez, recordando su bahía con nostalgia. 

Un diagnóstico de neuropatía afecta la pierna derecha de “Mayumi” y le impide zarpar a alta mar para realizar pesca de altura. Además de la condición de la bahía, aún no se ha estabilizado. “Aún tengo secuelas, pero seguiré luchando hasta el día que cierre mis ojos. Tengo que cuidarme, va a depender mucho de mí para salir adelante”, destacó el veterano hombre de mar. 

Así como este emblemático pescador de Ancón, miles de pescadores a lo largo de la costa peruana entregan sus vidas al sacrificado trabajo del mar para alimentar a miles de las familias. “Nosotros, como pescadores artesanales, somos proveedores para el consumo humano directo. En tiempos de pandemia hemos seguido trabajando para llevar pescado fresco a los restaurantes y a las personas. Tenemos una hora de zarpe de salida, pero no una hora de zarpe de arribo; muchos regresamos, muchos no. Si queremos trabajar en beneficio del bienestar del pescador artesanal, yo creo que es el momento del compromiso de nuestras autoridades para al menos tener algo justo, como una jubilación. Ser pescador artesanal es un trabajo muy sacrificado. Yo lo elegí porque desde niño me gustó la mar”, dijo “Mayumi” con orgullo.  

“Mayumi” cuando niño. Foto: Cortesía

Deudas pendientes para la pesca artesanal 

A dos años del derrame de hidrocarburos que afectó la costa central, los pescadores, extractoras de yuyo, vendedores y otros trabajadores de Ancón, continúan a la espera de la remediación ante el daño. Diversos reportes señalan la aparición de restos de hidrocarburos en temporadas de marea alta. “Entonces, bajo esas condiciones es difícil trabajar. Quisiéramos mayor apoyo de nuestras autoridades para la remediación justa de nuestro mar, que es el lugar donde trabajamos y llevamos un sustento para nuestras familias”, puntualizó Ramírez. 

El Pescador del Año de Lima Metropolitana también subraya la importancia de un mejor ordenamiento en el mar peruano. “Nosotros, en Ancón, siempre hemos sido conscientes del cuidado de las cinco millas, por eso realizamos limpieza de playas y de fondo. Estamos muy comprometidos. Si cuidamos las cinco millas para que sean de uso exclusivo de la pesca artesanal que usa artes manuales, vamos a tener sustento suficiente. Por eso es necesario buena reglamentación que ponga las cosas claras”. 

“Mayumi” señaló además que, con o sin una reglamentación de Ley de Pesca Ancestral o cambios a la Ley General de Pesca, él y todos los pescadores artesanales del país continuarán sus actividades, pues están conscientes de la importancia de su sector. 

“Mayumi” de joven junto a su embarcación. Foto: Cortesía

“Vamos para adelante, porque la pesca artesanal no puede parar. Si nosotros paramos, pues, los restaurantes van a parar. La calidad de pescados que atrapamos es diferente a la del sector industrial. Nosotros realizamos pesca selectiva y verificamos la calidad del pez, que es lo que se sirve en las mejores mesas”, concluyó.