Foto: Carmen Contreras / SPDA
A tres horas de la ciudad de Cusco, se encuentra un lugar colorido y maravilloso. La Montaña Vinicunca o, como también se le conoce, Montaña de Siete Colores, un lugar que en pocos años se ha convertido en uno de los destinos más visitados por viajeros de todas partes del Perú y el mundo.
Según Promperú, al año llegan miles de personas al Vinicunca, por lo que es fundamental su cuidado, ya que se trata de un ecosistema muy frágil que además alberga fauna silvestre en peligro de extinción, como el cóndor andino, vicuñas, gatos andinos, entre otros.
Pero no todo ha sido «color arcoíris» para para la montaña. Desde hace unos meses, el Vinicunca ha sido testigo de algunos altercados, como la polémica que causó la noticia que aseguraba que dicho lugar formaba parte de una concesión minera, hasta los conflictos limítrofes entre las comunidades que habitan alrededor de dicho espacio.
A través de esta fotogalería, te presentamos más detalles de esta hermosa montaña.
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En el distrito de Pitumarca, a unos 100 kilómetros al sureste de Cusco, en la Cordillera del Vilcanota (5200 msnm), se encuentra la montaña Vinicunca, también conocida como Siete Colores o Arcoíris. Foto: Carmen Contreras / SPDA
Sus laderas y cumbres están teñidas por unas franjas de intensos tonos de fucsia, turquesa, lavanda y dorado. Este aspecto se debe a una compleja historia geológica de sedimentos marinos, lacustres y fluviales, según un informe de la Oficina de Paisaje Cultural de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco. Foto: Carmen Contreras / SPDA
Esta montaña ganó popularidad a partir del año 2014, cuando las agencias de turismo iniciaron la promoción de la zona con el nombre de Montaña Arcoíris, Montaña Siete Colores o Montaña de Colores. Foto: Carmen Contreras / SPDA
La Montaña de Siete Colores es un lugar atractivo para los turistas de todo el mundo que llegan hasta la comunidad de Pampachiri, distrito de Pitumarca, en la provincia de Canchis, para gozar de las espléndidas vistas que ofrece Vinicunca y las montañas de sus alrededores. Foto: Carmen Contreras / SPDA
Una de ellas, conocida como el apu Ausangate, el pico nevado de 6384 msnm, domina el paisaje imponente de un territorio poblado por comunidades que viven de sus hatos de alpacas y llamas y de una agricultura de subsistencia. Foto: Carmen Contreras / SPDA
En junio de este año, un portal de noticias anunció que el Vinicunca estaba concesionada. El pasado 16 de marzo, el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (INGEMMET) le había otorgado el título de concesión minera metálica Red Beds 2 a la empresa Minquest Perú S.AC. Sin embargo, ante la presión mediática, dicha empresa presentó el 5 de julio su renuncia total a la concesión. Ahora esta se encuentra en manos del Ministerio de Energía y Minas.
La semana pasada se registró un conflicto limítrofe entre las comunidades de Pampachiri (Canchis) y Chillihuani (Quispicanchi). Este conflicto ocasionó enfrentamiento el viernes pasado, en el centro poblado Chirihuani del distrito Cusipata (Quispicanchi), el cual dejó decenas de heridos, según informó La República. Esto ocasionó el cierre temporal de la zona de ingreso.
Para resolver el conflicto, el presidente de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología, Wilbert Rozas, se reunió con autoridades y comuneros del distrito de Pitumarca para escuchar propuestas con el fin de preservar la montaña de Siete Colores frente a posibles concesiones a empresas mineras.
Alejandro Quispe, secretario general del Frente de Defensa, señaló que Pitumarca exige que la zona sea declarada como área natural protegida y que toda actividad minera sea consultada y consentida. “En Pitumarca tenemos gran cantidad de recursos naturales y turísticos. Si las empresas quieren realizar actividad privada ahí, deben consultar a los pueblos indígenas”, refirió.
El 2007, el Gobierno Regional del Cusco inició el proceso de creación del Área de Conservación Regional Ausangate. Según el biólogo Miguel Ángel Atausupa, actual gerente de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente del Cusco, en el 2009 propuso la creación del ACR Ausangate, donde se incluía al famoso cerro Vinicunca.
Como resultado del proceso de consulta previa para la creación del área, se retiró del expediente las tierras del cerro Vinicunca, ya que la comunidad Pampachiri decidió no formar parte de la propuesta de ACR. Esta Área de Conservación Regional protegerá una serie de glaciares de la cordillera de Vilcanota en Cusco, entre los que destaca el Quelccaya, considerado el glaciar tropical más extenso del mundo.
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