Foto: Andina
- Encuesta elaborada por Ipsos para Oceana Perú revela, además, la preocupación de los pescadores por la sobreexplotación de los recursos marinos y por el desempeño en la fiscalización por parte de las autoridades pesqueras.
El 85 % de pescadores artesanales, que participaron en una encuesta realizada por Ipsos para Oceana Perú, considera que la Ley General de Pesca debe ser modificada de manera total o parcial. La consulta fue realizada a más de 800 pescadores de la costa peruana entre abril y mayo de este año.
La Ley General de Pesca fue promulgada en diciembre de 1992 y, de acuerdo a organizaciones como la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), necesitaría un enfoque actualizado, considerando los nuevos escenarios de los pescadores artesanales y la industria.
“La actual Ley General de Pesca tiene 30 años, hay varios aspectos que ya se encuentran desfasados o requieren de necesarias mejoras o adecuaciones normativas, a fin de asegurar la sostenibilidad de las pesquerías. El resultado de esta encuesta destaca que existe una legítima demanda que debe ser escuchada y atendida por el Congreso”, sostuvo Percy Grandez, especialista legal de Gobernanza Marina de la SPDA.
Por su parte, Carmen Heck, directora de Políticas de Oceana, señaló a El Comercio que “por cómo está diseñada hoy la Ley General de Pesca, se entiende como una sola categoría a la pesca artesanal y la de menor escala, que son embarcaciones que tienen un tamaño y capacidad de pesca mucho mayores”.
La situación de los pescadores artesanales se complica en las primeras millas de la costa, donde realizan su actividad diaria. Ellos están expuestos a un sobreesfuerzo por obtener una mayor cantidad de recurso pesquero o por hacer respetar la zona donde realizan sus actividades.
La reducción en la disponibilidad de los recursos marinos se traduce en una menor pesca por parte de los artesanales, lo que genera conflictos en sus zonas de pesca y menores ingresos económicos. Sobre este punto, un 93 % consideró que dichos recursos están sobreexplotados, es decir, hay una menor cantidad de una especie, lo que dificulta su repoblación posterior.
“Las cinco millas es el espacio donde no se puede llevar a cabo la pesca de mayor escala. Además, es una zona de refugio y reproducción para las especies costeras”, apuntó Heck en la misma entrevista.
“Uno de los principales reclamos de los pescadores artesanales es la necesidad de una adecuada gestión de las 5 millas reservadas para la pesca artesanal y de menor escala. Actualmente, en esta zona compiten diferentes grupos de pescadores artesanales por los mismos recursos pero en condiciones de inequidad según su capacidad de bodega y tipo de embarcaciones”, sostuvo Bruno Monteferri, director de Gobernanza Marina de la SPDA.
“Es urgente un mejor ordenamiento de las 5 millas y una clasificación que diferencie a los diversos subgrupos de pesca artesanal para evitar posibles conflictos sociales. Este tipo de retos podrían ser solucionados con una nueva Ley General de Pesca”, acotó Monteferri. En ese sentido, la encuesta indica que 9 de cada 10 pescadores señalan que la Ley General de Pesca debería prohibir expresamente la sobreexplotación.
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