Según un informe publicado por la Defensoría del Pueblo, 21 localidades del país no tienen garantizada la buena calidad de agua potable, debido a la falta de una norma que regule las actividades de monitoreo y vigilancia de este líquido que consumimos a diario.
Iván Lanegra, Adjunto para los servicios Públicos y Medio Ambiente de la Defensoría del Pueblo, sostuvo que ese dato fue registrado en el curso de la supervisión de
nueve Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento (EPS) que abastecen a 21
zonas del territorio nacional. De estas EPS, tres proveen de agua potable mediante pozos subterráneos, y las otras por medio de ríos y manantiales, sin monitoreo alguno.
Lanegra Quispe explicó que este problema se debe a la ausencia de Estándares de Calidad Ambiental para aguas subterráneas, por lo que demandó al Ministerio del Ambiente su pronta aprobación. Asimismo, señaló que el pasado 15 de noviembre, el Ministerio del Ambiente incluyó dicha norma dentro de su Plan 2010-2011 de Estándares de Calidad Ambiental.
Las EPS de Saneamiento supervisadas fueron Sedachimbote, Emapa Huacho, Emapa Huaral, Sedamhuancayo, Sedacaj, Emusap Abancay, Sedaloreto, Sedahuánuco, Sedahuancayo y Amazonas, las cuales abastecen a las localidades de Chimbote, Casma, Huarmey, Huacho, Végueta, Sayán, Huaral, Huancayo, Orcotuna, Viques, Cajamarca, Contumazá, San Miguel, Abancay, Iquitos, Yurimaguas, Requena, Huánuco, Tingo María, Aucayacu y Amazonas.
CUESTIONAN MONITOREOS
Según Lanegra los resultados del monitoreo de la calidad del agua que realizan las entidades sanitarias, en la actualidad, difieren de las muestras tomadas por las empresas de saneamiento. Por ejemplo, en Abancay, en el 2009, la empresa Emusap declaró que más del 96% de las muestras de agua eran aptas para el consumo humano; sin embargo, para la Dirección Regional de Salud, sólo el 20% fue calificada como aceptable.
Un caso que también preocupa, afirmó el funcionario, es el de Requena (Loreto), donde las muestras tomadas por Salud arrojan la ausencia de cloro residual, así como la presencia de coliformes totales por encima de los Estándares de Calidad Ambiental permitidos y parásitos (huevos de Áscaris Lumbricoides), lo cual pone en riesgo la salud de las personas.
En una investigación realizada por la Defensoría, entre los años 2007 y 2009, se indicó que la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) y las Direcciones de Salud no habrían monitoreado la calidad del agua de todas las fuentes superficiales y subterráneas que utilizan las nueve EPS supervisadas para el abastecimiento del servicio. Por tal motivo, no se cuenta con información referente a la calidad para su uso en la producción de agua potable.
Respecto al control de cloro residual libre en el agua potable, la Defensoría observó que algunas EPS han disminuido el número de muestras analizadas e incluso incumplen con el número mínimo exigido, pese a que la población abastecida se ha incrementado en los últimos años, como es el caso de Sedachimbote, Emapa Huacho y Emapa Huaral.
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