- Entre noviembre y diciembre, Serfor incautó diversos especímenes. Miraflores fue el distrito con mayor número de casos.
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) informó que en entre noviembre y diciembre de 2020 se incautaron en Lima un total de 139 ejemplares de fauna silvestre, todos ellos, en su mayoría, provenientes del tráfico ilegal de fauna silvestre.
38 tortugas, 20 gallinazos, 12 gavilanes acanelados, además de 6 monos y 6 iguanas fueron los casos de especímenes de fauna silvestre con mayores reportes y que lograron ser atendidos por Serfor.
El organismo informó que Miraflores fue el distrito con mayor número de denuncias: 10 en total. Los decomisos se realizaron gracias a las denuncias de diversas personas por medio de la plataforma de Alerta Serfor.
Jessica Gálvez-Durand, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre del Serfor, explicó la dificultad que representa que los animales que fueron extraídos de su hábitat regreses a la naturaleza.
El gran problema con estos especímenes es que al tener contacto con las personas, generan una convivencia y son amansados, lo que les resta capacidad para adaptarse a la vida silvestre.
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Otro punto a tomar en cuenta es que muchas de estas especies son maltratadas por los traficantes que las comercializan y suelen enfermarse mientras son transportados a otras ciudades.
“Ellos, en la mayoría de casos, están condenados a vivir en cautiverio o incluso muchos mueren, debido a las malas condiciones a la que son sometidos en su alimentación, espacio, entre otros”, indicó Gálvez-Durand.
La funcionaria del Serfor agregó que los animales silvestres son transmisores de enfermedades al ser humano (zoonosis) por lo que no deben ser adquiridos por el riesgo en la salud.
Negocio mundial
Dentro de los cuatro negocios ilegales más lucrativos en el mundo figura el tráfico ilegal de fauna silvestre, el cual mueve alrededor de 23 mil millones de dólares, precisa el Fondo Mundial para la Naturaleza (en inglés World Wide Fund for Nature), también conocido como WWF.
La principal motivación de este delito es atender la demanda de animales vivos para mascotas, a pesar de que comprarlos para este fin puede ser sancionado con multas de hasta 500 UIT y constituye un delito establecido con pena de cárcel.
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Desde 2000 hasta 2018, en nuestro país se han confiscado más de 80 000 animales vivos Incluso, hasta julio del 2019, en plena pandemia por el COVID-19, especialistas del Serfor registraron el decomiso de un total de 824 especímenes de fauna silvestre, entre vivos y muertos (piezas o partes) procedentes de 141 intervenciones o hallazgos.
Una de las campañas lanzadas por Serfor para enfrentar el tráfico de fauna silvestre es “Si compras, eres cómplice”, que busca reducir el tráfico de fauna silvestre y que cuenta con mayor información accediendo AQUÍ.
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