Creo que Lapeña tiene conocimiento de estos temas y las ideas que se plantea estan dentro de lo real.
Yo trabajo en Cusco, en una zona donde ahora se esta realizando el pre Censo Agropecuario, y una realidad es que algunos comuneros tambien quieren tener derechos sobre sus tierras que las vienen conduciendo desde hace ya mas de 30 años, y esto porque los jovenes de las comunidades quieren también tierras.
Las mejores tierras ya fueron repartidas y para los jovenes les dejan los laymes, tierras virgenes que van rotando años tras año y en esas tierras es donde se trabaja pues estas papas nativas, olluco, etc. Pero solo es posible esto si existe comunidad por que de otra forma nadie mas podría interesarse por esta tierras donde no hay sistemas de riego, condiciones climáticas favorable, etc. Todo lo que exige la gran agricultura.
Existe un vacio de estudio al respecto de estos temas comunales desde todos los enfoques. Pues los gobiernos no los ven con buenos ojos (a los comuneros) y como dice el libro son «el atraso» lo cual es una falacia.
Fernando Barrantesdijo:
Estimados amigos gracias por la información trabajo en Ayacucho con recursos genéticos comunales apoyando a ONGs en elcuidado,diversificación y vigilancia de ls recursos alimenticios agrícolas. Me uno a vuestra idea y me ofrezco a colaborar con Uds. Aquí en mi pueblo ocurre lo que en otros lugares; en primer lugar la minería que crece desmesurada por la falta de trabajo para los jóvenes y profesionales; la pérdida de biodiversidad es evidente y galopante. Los territorios comunales en serio riesgo y muy poca atención real para los agricultores y ganaderos.
Se incrementa un abandono de la producción agrícola o se incrementa el monocultivo de especies muy rentables de ocasión y la biodiversidad se abandona. Menos mal que aún persisten comunidades que se resisten a la destrucción de sus territorios que hoy se ven acorraladas por la falta de políticas agrarias a su favor; sin embargo ellas con guardianes y usuaria permanentes de la biodiversidad en Ayacucho. Esto tiene que ver como que las comunidades son un lastre para el «desarrollo» de la agrocultura industrial al modelo USA.
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Creo que Lapeña tiene conocimiento de estos temas y las ideas que se plantea estan dentro de lo real.
Yo trabajo en Cusco, en una zona donde ahora se esta realizando el pre Censo Agropecuario, y una realidad es que algunos comuneros tambien quieren tener derechos sobre sus tierras que las vienen conduciendo desde hace ya mas de 30 años, y esto porque los jovenes de las comunidades quieren también tierras.
Las mejores tierras ya fueron repartidas y para los jovenes les dejan los laymes, tierras virgenes que van rotando años tras año y en esas tierras es donde se trabaja pues estas papas nativas, olluco, etc. Pero solo es posible esto si existe comunidad por que de otra forma nadie mas podría interesarse por esta tierras donde no hay sistemas de riego, condiciones climáticas favorable, etc. Todo lo que exige la gran agricultura.
Existe un vacio de estudio al respecto de estos temas comunales desde todos los enfoques. Pues los gobiernos no los ven con buenos ojos (a los comuneros) y como dice el libro son «el atraso» lo cual es una falacia.
Estimados amigos gracias por la información trabajo en Ayacucho con recursos genéticos comunales apoyando a ONGs en elcuidado,diversificación y vigilancia de ls recursos alimenticios agrícolas. Me uno a vuestra idea y me ofrezco a colaborar con Uds. Aquí en mi pueblo ocurre lo que en otros lugares; en primer lugar la minería que crece desmesurada por la falta de trabajo para los jóvenes y profesionales; la pérdida de biodiversidad es evidente y galopante. Los territorios comunales en serio riesgo y muy poca atención real para los agricultores y ganaderos.
Se incrementa un abandono de la producción agrícola o se incrementa el monocultivo de especies muy rentables de ocasión y la biodiversidad se abandona. Menos mal que aún persisten comunidades que se resisten a la destrucción de sus territorios que hoy se ven acorraladas por la falta de políticas agrarias a su favor; sin embargo ellas con guardianes y usuaria permanentes de la biodiversidad en Ayacucho. Esto tiene que ver como que las comunidades son un lastre para el «desarrollo» de la agrocultura industrial al modelo USA.