El primer día fue caótico en Cancún, probablemente por la herencia de Copenhague que no supo manejar la participación de tantas personas, endureciendo las medidas de seguridad, como respuesta rápida. Entre otras, exigiendo una especie de segunda acreditación adicional. Esto ocasionó retrasos en la asistencia de los delegados oficiales, mayormente por gigantescas colas, y embotellamientos de tráfico.
Las cifras que se manejan son 4 mil delegados gubernamentales, 6 500 no gubernamentales, y 2 mil medios de comunicación acreditados. Pero hay otras 180 mil personas en actividades paralelas. Resulta complicada la logística y seguridad con tantas personas, por lo que la tendencia ha sido fragmentar.
En el Moon Palace transcurren las negociaciones gubernamentales, a las que sólo tienen acceso los acreditados, algo más de 12 mil personas. A varios kilómetros de distancia, con suerte unos veinte minutos en bus, se realizan las actividades paralelas, en el Cancún Messe.
Los Plenarios, donde asisten todos los acreditados, sólo expresan las discusiones públicas de la cumbre. Aparte, generalmente a puertas cerradas, empiezan los grupos de negociación. Dos grupos son los que halan la cumbre: el del Protocolo de Kyoto y el de la Cooperación a Largo Plazo. Pero hay muchos otros grupos, tanto que algunos se los llama no-grupos, por su informalidad. Los grupos producen documentos de avance o de posición, conocidos como papers. Los de los grupos más informales se les llama no-papers.
Además de esos grupos de negociación que son temáticos, hay los grupos regionales, por continente o subcontinentes. Adicionalmente, se dan las negociaciones privadas entre gobiernos, que pueden ser entre dos o varios.
En el plenario inicial no hubo nada nuevo; sólo los reclamos y demandas de siempre. La discusión inicial, como para romper el hielo, abordó el tema del artículo 42, que exige que las decisiones se tomen por consenso. Esto motivó la reacción de Bolivia, a favor que no se imponga un texto redactado por unas cuantas naciones: otra de las herencias o resabios de Copenhague.
Concluido el plenario, el proceso ha pasado a los grupos de negociación. Se presume que no sucederá nada relevante, hasta el próximo miércoles, cuando arriben los ministros. Salvo el trabajo, avance, y dinámica acostumbrada de los grupos de negociación.
En diferentes grupos, surgen nuevos temas o abordajes, que refrescan las tradicionales perspectivas, durante la cumbre. Mencionamos dos: una referida a las mujeres, y otro acerca de la participación de la sociedad mexicana en cuestiones climáticas.
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Texto de Alain Muñoz. Eco Com y Miembro de la Plataforma Climática Latinoamericana
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