- Esta medida se da en el marco de la implementación de la Ley 30884, cuyo fin es regular la distribución importación, fabricación, distribución y uso de plásticos de un solo uso como las bolsas, utensilios, cañitas, así como envases desechables como el tecnopor.
Desde el 1 de agosto, las bodegas, supermercados, entre otros negocios, empezarán a cobrar 10 céntimos por cada bolsa de plástico que antes entregaban gratuitamente. Esta medida entrará en vigencia según la Ley 30884 que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables, aprobada en diciembre pasado.
Según la norma, el impuesto al consumo a este tipo de bolsas será gradual y será de la siguiente manera: S/ 0.10 en el 2019, S/ 0.20 en el 2020, S/ 0.30 en el 2021, S/ 0.40 en el 2022, y así sucesivamente cada año.
Como señala la ley, esta medida busca reducir la contaminación generada por este tipo de productos, sobre todo en ecosistemas frágiles como el mar, ríos o los bosques. El impuesto ingresará al tesoro público y será administrado por la Sunat.
Al respecto, Carlos Trinidad, asesor legal de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), indicó que este es un impuesto dirigido exclusivamente al consumidor final y que «el objetivo de este impuesto es desincentivar, en el mediano y largo plazo, el consumo de bolsas de plástico apelando a la natural aversión a las pérdidas de todas las personas”.
“La evidencia internacional ha demostrado que impuestos pequeños al consumidor final pueden ser efectivos para desincentivar el consumo de determinados bienes, como bolsas”, precisó.
De acuerdo con Trinidad, no se debe perder de vista que los recursos generados por este impuesto pueden ser utilizados para diversas intervenciones ambientales, como proyectos de inversión en residuos sólidos, incentivos al reciclaje o laboratorios de economía del comportamiento en temas ambientales. “Para ello, es necesaria una reforma en la Ley 30884”, agregó.
Reglamento
Sobre la reglamentación de dicha ley, la ministra del Ambiente, Lucía Ruiz, indicó que trabajan de la mano con la ciudadanía y empresas comprometidas con la sostenibilidad para conseguir un documento consensuado.
Asimismo, resaltó que hay algunas empresas privadas que se han unido a esta iniciativa ambiental, optando voluntariamente por dejar de usar plástico en sus envases o embalajes.
Como parte del proceso participativo para la elaboración de la propuesta de Reglamento de la Ley de Plásticos, este mes se remitirá el proyecto de reglamento a las Comisiones Ambientales Regionales de los 25 departamentos y a las Comisiones Ambientales Municipales de las 196 provincias a nivel nacional, a fin de recibir sus aportes.
Lucía Ruíz agregó además que esta ley debe verse como una oportunidad para generar estilos de vidas más sostenibles, reduciendo el consumo de plástico de un solo uso. En esa línea, refirió que la citada norma “abre la oportunidad de la innovación, de la mejora tecnológica” y nuevas oportunidades de producción con diversas especies de nuestra biodiversidad.
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