Escribe Samín Vargas / Programa de Biodiversidad y Pueblos Indígenas de la SPDA
El mercado de capitales, que articula emisores e inversionistas a través de operaciones de compra-venta de diversos tipos de valores, constituye una gran oportunidad para el financiamiento de proyectos de inversión verdes, y un mecanismo que viene siendo utilizado tiene que ver con los denominados “bonos verdes”.
De acuerdo con Climate Bonds Initiative, el 2017, el mercado de bonos verdes alcanzó un nivel de emisión de USD 161 billones, y las estimaciones para este año alcanzan USD 250 billones, siendo energía, transportes, agua, construcción, tratamiento de desechos, eficiencia energética, activos naturales, los tipos de proyectos a los cuales destinar estos recursos para financiar la transición a una economía baja en carbono y con ello cumplir los alcances de importantes compromisos internacionales como el Acuerdo de París, la Estrategia Mundial para la Diversidad Biológica, entre otros.
El Perú como país emergente en vías de desarrollo, necesita recursos financieros para cerrar la brecha de infraestructura y retomar la senda de crecimiento sostenido de los últimos años; pero al mismo tiempo cumplir con los compromisos establecidos, siendo las inversiones verdes una interesante vía no solo por sus efectos directos en el crecimiento económico con inversiones de bajo costo financiero y de retornos para inversionistas, sino por sus múltiples beneficios ambientales y sociales para el país en conjunto.
Por consiguiente, las diversas instituciones de gobierno con el sector empresarial, deben trabajar en el diseño de un portafolio de inversiones verdes, que incluya no solo proyectos amigables con el ambiente (infraestructura gris), sino también intervenciones en sectores y subsectores con alto potencial económico que incluyan los recursos naturales y la biodiversidad agricultura (suelos y agua), forestal (bosques), pesca (recursos hidrobiológicos), entre otros.
Para efectivizar este tipo de proyectos, la Bolsa de Valores de Lima, ha preparado una Guía de Bonos Verdes para el Perú, la misma que ayudará a impulsar este mercado en el país, en virtud al potencial que tiene el país para el desarrollo de este tipo de proyectos.
No obstante, el camino no es fácil y requerirá un compromiso creíble de los actores involucrados en el diseño del portafolio de proyectos verdes, y de condiciones necesarias para movilizar recursos de capital para su financiamiento, ya que muchos de los proyectos del portafolio requerirán la participación de entidades públicas para su diseño, y el manejo del ciclo de proyectos en etapa de diseño por estas entidades no ha sido el más efectivo; el nivel de transacciones de la Bolsa de Valores todavía es pequeño comparado con otros países de la región (para ser atractivo a los inversionistas), está altamente concentrado en el sector minero; limitado nivel de titulación en tierras privadas (comunidades) para promover el financiamiento de los activos naturales, entre otros.
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