Foto: @SIPSSAPMINSA
Desde el miércoles pasado, unas 80 personas protestan encadenadas frente al Ministerio de Salud (Minsa) para exigir mejor atención por parte del Estado respecto a los casos de contaminación por actividades mineras en la región Pasco, específicamente en ciudades como Simón Bolívar y Cerro de Pasco.
Desde el primer día, la Defensoría del Pueblo informó que intervino para que representantes de Simón Bolívar logren reunirse con la ministra de Salud, Patricia García, a fin de atender sus demandas.
Según Giselle Huamaní, especialista en temas de conflictos de la Defensoría, se ha facilitado el intercambio para encausar esta problemática, a través de los mecanismos del Estado, que venía siendo postergada desde el 2012.
“Se ha priorizado el tema de salud como la primera demanda para atender las enfermedades causadas por la alta contaminación que existe en Cerro de Pasco. Se ha avanzado en un 95% parte del acuerdo con la máxima autoridad en Salud y se espera la atención de los casi 30 niños que acompañaron a sus familiares en la protesta”, indicó.
Huamaní señaló además que además del Minsa, se buscará facilitar el diálogo con los demás sectores comprometidos para atender esta preocupación, entre ellos los ministerios del Ambiente, Energía y Minas, y Vivienda.
La Defensoría informó además que en todo momento se hizo presente para garantizar la protección debida de los 28 niños, niñas y adolescentes, coordinando acciones para contar con carpas, acceso a los servicios higiénicos y una ambulancia permanente.
“Hemos venido coordinando con el Mimp, Minsa, Indeci y la Municipalidad de Jesús María, las acciones para brindar la protección de los niños y niñas en cuanto a la salud, alimentación y abrigo”, afirmó la adjunta para la Niñez y Adolescencia, Matilde Cobeña, quien destacó además la ayuda humanitaria y la rápida respuesta de las autoridades.
Informó además que se logró el traslado de cuatro niños, dos en situación crítica, al Instituto del Niño de San Borja. Asimismo, indicó que se coordinó con el Mimp para brindar atención emocional en ejercicio del derecho a la recreación que cuentan los niños, niñas y adolescentes.
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