En los últimos días, los casi 10 millones de habitantes de la ciudad de Lima han tenido problemas para acceder al agua, debido a los cortes que realizó el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) por el incremento del caudal del río Rímac y los constantes huaicos que no permiten captar de manera adecuada el agua para la distribución.
Según explicó la ingeniera Yolanda Andía, gerenta de Producción de Sedapal, la captación de agua en la plata La Atarjea se hace difícil porque la crecida del río eleva la turbiedad del agua, es decir, atrae partículas que la hacen más oscura y menos apta para el tratamiento y consumo.
“En estos días no hemos podido recoger agua porque la turbiedad del agua en La Atarjea se ha presentado en 100 mil NTU (según la OMS, el agua para consumo humano no debe superar en ningún caso las 2 NTU) y no fue posible captarla para tratamiento, porque hacer ingresar esa agua arriesgaría las instalaciones de Sedapal”, dijo la ingeniera en declaraciones para Cuarto Poder.
La especialista señaló además que la tarea de limpiar el agua se hace más difícil porque el río trae consigo objetos contundentes como piedra y troncos, además de residuos sólidos, animales muertos entre otros objetos que las personas echan al cauce sin medir las consecuencias.
“En todo este tiempo de huaicos, hemos sacado casi 20 metros cúbicos de residuos sólidos por cada hora”, dijo Andía, quien mostró además cómo el personal de Sedapal estaba realizando labores de limpieza durante varias horas para lograr restablecer el servicio de agua potable en la capital.
“Debemos ser más conscientes y sensibles con el río Rímac, porque desde que nace es agredido por actividades mineras y las mismas poblaciones. No es posible que no entendamos que todos los ríos son fuentes de vida”, remarcó la ingeniera.
Comments are closed here.