En carta enviada a los líderes mundiales que participan en la Cumbre Climática de la ONU en Nueva York, un grupo de más de 50 organizaciones manifestó que las grandes represas construidas en zonas tropicales, como parte de las centrales hidroeléctricas, no generan energía limpia.
Según el pronunciamiento, las organizaciones señalan que las represas «generan la emisión de CO2 y metano por las grandes cantidades de material orgánico inundado y retenido en los estanques y la destrucción de amplias extensiones de tierra necesarias para construir estas infraestructuras».
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Estas construcciones, agregan, también pueden causar inundaciones, cambiar el curso de los ríos y destruir ecosistemas claves, afectando actividades de sobrevivencia de las poblaciones que se dedican a actividades como pesca y agricultura.
Por otro lado, agregaron que la construcción de grandes represas, por los daños que producen, «pueden generar violaciones a los derechos humanos y empobrecimiento en las comunidades afectadas».
«Los derechos humanos de las personas afectadas por las grandes represas han sido sistemáticamente desconocidos causando desplazamientos forzados, afectaciones a la salud, pérdidas de fuentes de alimentación y formas de vida tradicionales, empobrecimiento de las comunidades y criminalización de la protesta social», sostuvieron.
Para las organizaciones, los gobiernos deben buscar nuevas alternativas de generación de energía, más eficientes, menos costosas. Asimismo, deben valorar de manera integral los ecosistemas, así como los derechos de las personas, en especial de las poblaciones indígenas.
El documento está firmado por 52 organizaciones, entre latinas y europeas.
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