- A propósito de la reciente distinción póstuma de Personalidad de la Cultura a Antonio Sueyo, conocido como ‘Sontone’, su hijo conversó con Actualidad Ambiental y recordó las enseñanzas y legado dejado por su padre.
Por Wuilmar Briceño / wbriceno@spda.org.pe
Antonio Sueyo Irangua, también llamado ‘Sontone’, falleció en mayo de 2023, enlutando a los pueblos indígenas de Madre de Dios. Diez meses después, el Ministerio de Cultura le otorgó al sabio indígena la distinción póstuma de Personalidad Meritoria de la Cultura por su destacada contribución a la transmisión y revaloración de los saberes ancestrales del pueblo harakbut. Su hijo, el sociólogo Héctor Sueyo Yumbuyo, conversó con Actualidad Ambiental y recordó las enseñanzas del sabio indígena, que vivió hasta su juventud en aislamiento voluntario dentro de la Reserva Comunal Amarakaeri.
Para Sueyo Yumbuyo, la pérdida de su padre es “irreparable” y “va a continuar el dolor espiritual por la falta de su presencia física”. “El espíritu de mi papá está en la Reserva Comunal Amarakaeri, con sus ancestros, con todos los parientes que han conformado su clan”, declaró. No obstante, para él fue reconfortante enterarse que el legado de ‘Sontone’ quedaría inmortalizado a través de este reconocimiento. “Me fortalece saber que ha quedado en la historia cultural del Perú”, resaltó.
En vida, ‘Sontone’ anhelaba que cada familia se convirtiera en promotora de la transferencia de conocimientos ancestrales, tal como él lo hacía. Este sueño reflejaba su compromiso con la preservación de la cultura harakbut y su deseo de transmitir estos saberes a las generaciones futuras. «Quiero que sepan de dónde venimos», solía decir.
Al respecto, Héctor posee diecisiete cantos que tiene guardados en un USB y que espera, en algún momento, compartirlos a las demás comunidades nativas del pueblo harakbut, tal como hubiese querido ‘Sontone’. El desaparecido sabio indígena quería que las nuevas generaciones aprendieran sobre las antiguas prácticas de pesca con barbasco, las técnicas de siembra de semillas nativas y la tradición oral de cuentos, mitos y leyendas de sus ancestros. Hasta que la vida le permitió, “enseñaba a los niños cómo eran los cantos ancestrales», recuerda Héctor.
Cabe recordar que en la década de 1950, los misioneros dominicos contactaron a un joven Antonio y a otros indígenas que vivían dentro de lo que hoy es el Reserva Comunal Amarakaeri, área natural protegida por el Estado peruano. Hasta entonces, Sueyo Irangua había vivido toda su vida como indígena no contactado en esta área.
Años después, tras vivir en la Misión Dominica San Miguel de Shintuyaa, hoy comunidad nativa de Shintuya. Antonio y un grupo de sus familiares se trasladarían a la comunidad nativa Boca Inambari. Durante sus primeros años de vida, Héctor sería el aprendiz de ‘Sontone’ y aprendería a confeccionar flechas para cazar diferentes tipos de especies que consumían para subsistir. Asimismo, escucharía diferentes cantos curativos, de iniciación, etc., y una serie de historias y cuentos ancestrales.
Gran parte de estas vivencias y, sobre todo, sus años en aislamiento fueron descritas en el libro Soy Sontone, memorias de una vida en aislamiento, publicado en el año 2017 por el Ministerio de Cultura. La obra fue escrita por Héctor, alimentado por los recuerdos de su padre.
“…las memorias de Antonio o Sontone nos muestran desde un punto de vista personal los dramáticos cambios sufridos por los pueblos amazónicos durante la mayor parte del siglo XX. […] En ese sentido, el testimonio de Antonio Sueyo no tiene precedente en nuestro país. Es el primer libro que narra las memorias de un indígena que estuvo en situación de aislamiento en los bosques amazónicos, solo comparable en el ámbito internacional con el libro del líder yanomami, Davi Kopenawa, quien fue contactado por misioneros evangélicos durante su niñez en la frontera entre Brasil y Venezuela”, señala la introducción del libro.
Precisamente, en la Resolución Ministerial 000137-2024-MC, que otorga la distinción póstuma de Personalidad Meritoria de la Cultura a ‘Sontone’, se señala que este reconocimiento es “por su destacada trayectoria y labor como escritor y promotor de la cultura harakbut, por su aporte significativo al registro, difusión de su cultura indígena y con ello al desarrollo cultural del país.”
El legado Sueyo
Con el ejemplo de su padre, desde muy joven, Héctor Sueyo tuvo el deseo de difundir la riqueza cultural del pueblo harakbut. Gracias a este compromiso, en 1983, fue seleccionado, junto con otros tres jóvenes, por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) para iniciar estudios secundarios en el Colegio Nacional Guillermo Billinghurst, ubicado en Puerto Maldonado. Más tarde, recibió una beca del gobierno noruego para continuar con sus estudios superiores en Lima. Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) en 1990 para estudiar Antropología y simultáneamente se matriculó en Sociología en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.
Sin embargo, los años de violencia política en el país interrumpieron su trayectoria académica en la UNMSM. A pesar de las adversidades, en 1997 obtuvo su licenciatura en la Universidad Garcilaso de la Vega. Durante ese tiempo, realizó varios viajes a Europa y Estados Unidos acompañando al antropólogo británico Andrew Gray para exponer sobre la realidad de los pueblos indígenas de Madre de Dios.
Con el transcurrir de los años, Héctor ha logrado posicionarse en esta región amazónica como un líder indígena comprometido la cultura de los pueblos indígenas, así como defensor de los pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial (PIACI), ya sea en instituciones públicas, organizaciones indígenas o como docente universitario.
Actualmente, Sueyo es el subgerente de Participación Ciudadana y Comunidades Nativas del Gobierno Regional de Madre de Dios.
Comments are closed here.