- Documental sobre la relación padre e hijo de una comunidad asheninka de Ucayali fue seleccionado entre más de 10 mil producciones.
El Festival de Sundance es uno de los eventos cinematográficos más importantes a nivel internacional. Miles de realizadores postulan para que sus producciones se luzcan en este acontecimiento anual y pocos lo logran. Esta vez, una producción peruana sí logró ser parte de este selecto grupo, se trata de Shirampari: herencias del río, un corto documental que narra la relación de padre e hijo en una comunidad nativa de la Amazonía peruana.
Shirampari, seleccionada entre más de 10 mil participantes, fue grabada en la comunidad nativa asheninka Dulce Gloria, distrito de Yurúa, provincia de Atalaya (Ucayali), en la frontera con Bolivia. La historia que presenta es la de Arlindo y su hijo Ricky, un niño que debe aprender a atrapar un enorme pez de río con un gancho.
Este corto documental, que participará en el evento que se desarrollará del 19 de enero al 29 del mismo mes, destaca no solo por su interesante historia, sino también por su fotografía y, además, por estar grabado íntegramente en idioma asheninka.
Para conocer un poco más sobre esta producción, conversamos con la cineasta y directora de Shirampari, Lucía Flórez, quien actualmente se encuentra en este festival internacional.
¿Qué significa para los realizadores que el documental haya llegado a un festival como Sundance?
Haber llegado a Sundance es un sueño hecho realidad, y también una responsabilidad grande porque es una de las pocas producciones latinas y la única peruana que está actualmente en el festival. Por lo tanto, representar el cine peruano y también la Amazonía peruana de una manera fidedigna y con respeto viene con mucha responsabilidad. Es un orgullo haber podido llegar y darle una cara hacia el mundo.
¿Qué comentarios han recibido por este logro?
El recibimiento ha sido bueno, tanto en este festival como en los anteriores. En Sundance estuvimos en una selección de cortos documentales donde todos han sido excelentes. Entonces, la validación de estar ahí y de los otros directores que eran parte del bloque fue importante para nosotros. Además de eso hubo buenos comentarios sobre la cinematografía y sobre cómo la historia une puentes con otras realidades en lugar de separarlos. Esos puentes de empatía es algo que siempre quisimos crear con esta película.
¿Cómo han recibido los protagonistas los últimos premios que ha ganado el documental?
Hemos conversado con Arlindo, él está al tanto de todo lo que ocurre con el documental ya que siempre le compartimos todos los pequeños logros que tenemos. Está muy contento, cada cierto tiempo nos manda fotos de Ricky, que sigue creciendo. También están con bastante expectativa para que el documental sea presentado en la comunidad Dulce Gloria, para lo cual tenemos que afinar algunos detalles con las organizaciones que trabajan en la zona, ya que llegar hasta allá no es barato.
¿Después de Sundance cuál es el camino que sigue para Shirampari?
Hasta el momento hemos sido seleccionados para participar en dos festivales más: el Festival de Cine de Santa Barbara en Los Ángeles, y el Big Sky en Montana; ambos son festivales grandes en el mundo del documental. Queremos tener una gira de festivales hasta más o menos octubre de este año para luego poder soltar la película en algún medio digital. Estamos en conversaciones con distribuidores para definir cuál, independientemente de eso queremos que la película esté libre para que llegue a la mayor cantidad de personas.
¿Por qué eligieron esta comunidad de Ucayali?
Elegimos esta comunidad por varios motivos, inicialmente fue porque ahí es donde, el 2016, Diego Pérez, el director de fotografía, pudo ver por primera vez esta práctica de pesca. Sin embargo, Dulce Gloria no es la única comunidad nativa donde pescan de esa forma. Esta decisión la tomamos un poco más adelante, luego de una larga etapa de investigación donde conversamos con varios especialistas que conocían la zona y dimos con Arlindo, que vive en Dulce Gloria, y quien junto con su hijo Ricky son los personajes principales de esta historia.
¿Cómo podría aportar un documental como Shirampari a la coyuntura actual del Perú?
En este momento tan dividido del país, donde la polarización está a flor de piel, son importantes las historias como Shirampari para que nos recuerden que no importa de qué contexto o parte del país o cultura eres, siempre hay “cosas” que nos hacen iguales, como la importancia del legado, la relación padre hijo, querer impresionar a tu padre siendo niño, el miedo a crecer. Estos son temas transversales a la película y resuenan con experiencias humanas que todos y todas hemos atravesado. Una historia así, que es simple, pero que dentro de esa simplicidad tiene bastantes capas, puede aportar a generar un discurso más unificador que excluyente en estos momentos tan difíciles que está atravesando el país.
¿Qué proyectos tienen después de esta experiencia con el documental?
Junto con El Taller.pe y Cabo Sur (las productoras detrás de Shirampari) estamos en pleno desarrollo de un primer largometraje alrededor de tiburones ballena en el norte del país, de la mano de Alejandra Mendoza, una investigadora bastante reconocida en esta especie. Estamos empezando con un fondo de desarrollo al que postulamos del Ministerio de Cultura a través de DAFO, que nos ha permitido realizar una primera entrada y actualmente estamos buscando partners para financiar lo que sigue. La idea es grabar los próximos cuatro años, con un estilo parecido a Shirampari.
MIRA EL TRAILER EN ESPAÑOL AQUÍ:
Reconocimientos y recorrido internacional
Hasta el momento Shirampari: Herencias del río ha sido seleccionado para ser parte de la programación oficial de una decena de festivales de cine de todo el mundo, en países como Alemania, Polonia, México, España, Brasil y EE. UU. Además de Sundance figuran festivales de renombre como DOc NYC, Dok Leipzig, y CICFF. Vale resaltar que la película ha sido premiada como mejor cortometraje en Lima Alterna (Perú) y en Amazonia (Fi)Doc (Brasil).
La realización de Shirampari fue posible gracias a un fondo otorgado por la National Geographic, y el apoyo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 10 Arts Foundation y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).
Shirampari es una coproducción de El Taller.pe (Perú) y Cabo Sur (España).
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