Reportaje revela contaminación en Pantanos de Villa debido a desmonte, basura y quema de cables

Arrojo de desmonte y basura frente a Los Pantanos de Villa pone en peligro la biodiversidad de esta área protegida. Foto: Diego Pérez / SPDA

  • Dentro del área protegida de la capital peruana también se encontró restos de microplásticos.

 

Una reciente investigación de La Encerrona reveló cómo el Refugio de Vida Silvestre Los Pantanos de Villa actualmente es contaminado debido a la existencia de botaderos informales donde a diario se arroja basura y desmonte, además se queman cables para extraer cobre.

Estos botaderos se encuentran ubicados en los alrededores del área protegida y por años han sido un foco de contaminación del aire, suelo y el agua que llega a Los Pantanos de Villa, un espacio donde habitan diversas especies, entre ellas aves migratorias.

Ricalde Lazaro Huamani, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales Peñeros de Chira, Conchán y Herradura, afirmó que recicladores queman cables en estos descampados para obtener el cobre de su interior y luego lo venden en puestos informales. “Todo sucede en la vía pública y no hay control de la municipalidad ni de la fiscalía de medio ambiente”, agregó.

Cabe destacar que, en junio del 2023, la Autoridad Municipal de los Pantanos (Prohvilla) denunció a seis recicladores por quemar cables alrededor del área protegida, aunque la investigación por presunta contaminación ambiental sigue en curso en la Fiscalía. Por otro lado, la Municipalidad de Chorrillos aseguró que han intervenido los puestos de compra de cobre, pero que estos siempre retornan a la zona.

En 1997, Pantanos de Villa fue reconocido como sitio Ramsar, es decir, se trata de un humedal de importancia internacional. Al igual que esta zona, otros 13 humedales en el Perú ostentan este reconocimiento.

Los Pantanos de Villa fue reconocido como sitio Ramsar en 1997. Foto: Diego Pérez / SPDA

Contaminación por microplástico

Además de la venta ilegal de cobre, Los Pantanos de Villa también está amenazado por la presencia de microplásticos. Un reciente estudio, publicado por el ingeniero ambiental Ángel Losno-Prado y el doctor en ciencias biológicas, José Iannacone, alertó sobre la presencia de microplástico en el agua y sedimentos de los humedales de esta área protegida.

“Iannacone y Losno-Prado analizaron muestras recogidas el 2019 de la Laguna Mayor de los pantanos, que colinda con las áreas industriales, urbanas y pistas asfaltadas. En estas se identificó 0.94 partículas de microplástico por litro de agua y 64 partículas por kilo de sedimento. Además, se detectó microplástico por diferentes colores: los blancos y celeste en forma de fragmento y película fueron los dominantes. Es debido a estos colores que los autores sospechan que se tratan de botellas”, informó La Encerrona.

Según el estudio, las posibles fuentes de contaminación serían el arrojo directo de basura; el transporte aéreo por viento de las basuras plásticas con menor masa, como bolsas o tecnopor; las heces de aves u otras especies que han ingerido basura plástica; el uso del plástico por las aves para construir sus nidos; y la descomposición de animales muertos como peces, roedores u otros que ingirieron plástico antes de morir.

La ingesta del microplástico puede tener doble repercusión: puede causar problemas en las branquias de los peces o afectar el sistema digestivo y el torrente sanguíneo de las aves; además, puede ser conductor de virus y bacterias. En los Pantanos de Villa se han registrado alrededor de 210 especies de aves, entre residentes y migratorias; 13 de peces, y cinco de anfibios y reptiles.

¿Quién se hace cargo?

La bióloga con mención en Hidrobiología y Pesquería, Nathaly Vargas López, explicó que tener desechos de materiales de construcción a lado de los canales del humedal modifica la estructura del suelo y contaminan el agua que llega hasta Pantanos de Villa, que están cruzando la carretera Panamericana Sur. El terreno está considerado como un pasivo ambiental desde agosto del año 2023 por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrito al Ministerio del Ambiente.

“Si bien el OEFA ha considerado al botadero ilegal como un pasivo ambiental en base al sustento de ProhVilla, no ha determinado quién es el responsable de la remediación, lo que ha generado que nadie se haga cargo de la reparación del daño ambiental”, dijo Percy Grandez, asesor legal de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).

“Los pasivos ambientales son aquellas infraestructuras o sitios contaminados que se encuentran en un estado de abandono y generan una afectación en la calidad ambiental y en la funcionalidad de los ecosistemas, pudiendo incluso afectar la salud de las personas”, destacó.

La quincena de febrero, La Encerrona solicitó una entrevista con un representante del OEFA para conocer el seguimiento que están realizando al pasivo ambiental para su remediación. Sin embargo, el organismo informó que no brindará entrevistas. Mientras que la Municipalidad Distrital de Chorrillos dijo que el botadero se encuentra en propiedad privada, por lo que no pueden intervenir. A pesar de haber pactado una entrevista, Prohvilla tampoco brindó sus comentarios.

Para Percy Grandez, “es urgente que el OEFA determine al responsable de gestionar y remediar el pasivo pues, de lo contrario, nadie tendrá la obligación legal de hacerse cargo de la reparación del daño ambiental y los ecosistemas seguirán contaminados y las personas vivirán alrededor de pasivos que pueden poner en riesgo su salud”.

Los restos de desmonte y basura contaminan los canales que alimentan las aguas de esta área protegida. Foto: Diego Pérez / SPDA

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