El fuego: enemigo del pajonal
Para los pobladores de Chuiquibamba y Tancho Jalca (Amazonas), algo que caracteriza a los pajonales es que luego de ser quemados, vuelven a crecer con rebrotes más tiernos y palatables, por lo que es considerado un mejor forraje para el ganado, en comparación a la paja crecida. Es por esto que muchos ganaderos, queman pajonales con la finalidad de que su ganado tenga una mejor comida. El problema es que al hacerlo afectan el rol que cumplen y, en muchos casos, provocan incendios de mayores dimensiones que no pueden controlar.
Por otro lado, con la intención de limpiar rápidamente el bosque y sembrar cultivos, se queman bosques y pajonales. Esto hace que la temperatura del suelo aumente y que se pierdan nutrientes, como el nitrógeno, o que desaparezcan progresivamente organismos que favorecen la descomposición de la materia orgánica y la disponibilidad de nutrientes para el crecimiento de vegetación.
También, hay prácticas que están vinculadas a creencias ancestrales de diversos pobladores. Se dice que al quemar estas zonas se atraerán lluvias para los cultivos o hará que esta pare, despejará las nubes y se podrá recolectar leña. Esta idea carece de sustento científico, lo único que se ha comprobado es que quemar pajonales afecta los acuíferos, que son nuestras reservas de agua.