Pueblo kakataibo denunció que recibe amenazas por defender su territorio. Foto referencial: Vistprojects.com

• Según Aidesep, el líder indígena de la comunidad nativa Mariscal Cáceres (Ucayali) había sido amenazado la semana pasada por grupos dedicados a la hoja de coca.

La Organización Regional de Aidesep Ucayali (ORA) informó sobre la muerte de un nuevo defensor ambiental de la segunda región más grande del país. Se trata del líder kakataibo Benjamín Flores Ríos, de la comunidad nativa Mariscal Cáceres, ubicada en el distrito y provincia de Padre Abad.

Según ORAU, el ex agente municipal, quien había sido amenazado hace una semana por los cocaleros de la zona, fue asesinado «a las diez de la noche aproximadamente, cuando descansaba en su vivienda».

«Desde ORAU y FENACOKA (Federación Nativa de Comunidades Kakataibo) expresamos nuestra más profunda condolencia a los familiares, a la comunidad y al pueblo kakataibo, por el cobarde y cruel asesinato y pérdida irreparable de su líder Benjamín Flores Ríos, quien venía luchando el cuidado del territorio integral de su comunidad, para que no ingresaran los invasores a su territorio. Asimismo, rechazamos y condenamos la violencia venga de donde venga, una vez mas la Amazonía se tiñe de sangre para silenciar la voz de un defensor ambiental», señala el comunicado difundido por la organización indígena.

Tanto ORAU como FENACOKA condenaron el hecho y responsabilizaron «al Estado peruano, porque hasta ahora a pesar de nuestras demandas y propuestas constantes no ha implementado una real protección de vida de los defensores ambientales amenazados en sus propios territorios indígenas. Estamos seguro que ahora recién se desplazaran nuevamente las autoridades policiales, Ministerio Público y judiciales, que solo en cada reunión saben decir que no hay presupuesto». Asimismo, indicaron que están «cansados con la indolencia del Estado, no permitiremos más el asesinato de nuestros líderes, tomaremos nuestra medida radical de autoprotección, no nos queda otra cosa que defendernos de manera organizada colectivamente».

Además de pedir una exhaustiva investigación para hallar a los responsables, las organizaciones indígenas también exigieron «atender de manera inmediata a los deudos y familia» del defensor ambiental a través de «una asistencia económica y psicológica de manera sostenible para garantizar una vida digna y evitar represalias, asimismo garantizar sus vidas».

Por otro lado, exigieron al Congreso y Ejecutivo «asignar presupuesto a la propuesta de protección de los defensores y defensoras ambientales, que está en mano de la Comisión Multisectorial, presidido por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos».

Dos asesinatos en 20 días

El caso de Benjamín Flores se suma a otro asesinato reciente. El pasado 29 de noviembre, tras participar en un evento sobre defensores ambientales en Pucallpa, Quinto Inuma Alvarado, apu de la comunidad Santa Rosillo de Yanayacu-Huimbayoc (San Martín), fue asesinado a balazos por encapuchados frente a su esposa y sus hijos.

El defensor indígena, quien denunciaba frecuentemente la extracción ilegal de madera dentro de su territorio, había recibido amenazas de muerte, por lo cual pidió garantías para su vida. Sin embargo, pese a tener esas garantías, fue asesinado.

El caso de Inuma tiene similitudes con el de Edwin Chota, líder indígena que también denunciaba la deforestación de bosques de su comunidad Alto Tamaya-Saweto (Ucayali). Tras recibir amenazas de taladores, Chota fue asesinado en el 2014, junto a otros tres compañeros: Leoncio Quintisima, Jorge Ríos y Francisco Pinedo.