- Dentro de los anfibios se encontraron ranas gigantes del Titicaca, una especie categorizada en Peligro Crítico. Estas iban a ser usadas para extractos.
A través de un operativo conjunto de la Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), se logró recuperar 92 anfibios en edad juvenil que eran comercializados como “medicina alternativa ancestral” en puestos de venta que ofrecían extractos de rana.
Las especies rescatadas en total fueron 23 sapos (Rhinella poeppiggi) provenientes de la selva central de la región Junín y 69 ranas gigantes del lago Titicaca (Telmatobius celeus) en cuatro comercios ubicados en los alrededores del mercado Raez Patiño y el Mercado de Colores.
La autoridad encontró a los animales en condiciones deplorables, encerrados en costales sucios en el piso de los puestos de venta, rodeados de productos de dudosa procedencia para ser expendidos como extractos de sapo y de rana.
Existe la creencia de que los anfibios deben ser licuados vivos y sin viscerar para supuestamente conservar sus propiedades medicinales. Aunque no existen pruebas científicas que respalden estas teorías, los licuados de ranas y sapos presentan una alta demanda en Huancayo.
Rana gigante del Titicaca
La Rana Gigante del Lago Titicaca es una especie categorizada en Peligro Crítico, según el Decreto Supremo 004-2014-MINAGRI, y es el tráfico y comercio ilegal una de sus mayores amenazas. Según la normatividad, estos casos se sancionan con multas que fluctúan entre 10 y 5000 UIT.
Es uno de los anfibios más grandes ya que puede llegar a pesar unos 180 gramos y medir entre 30 y 50 centímetros. Una de sus características diferenciales es su piel, la cual es holgada y con pliegues.
Se estima que en los últimos 15 años, el 80 % de su población ha desaparecido por diferentes motivos, entre ellos: tráfico ilegal, la contaminación de su hábitat y el cambio climático.
El médico veterinario de la ATFFS Sierra Central, Carlos Vallejos Lizárraga constató que las ranas gigantes del lago Titicaca estaban en un estado avanzado de deshidratación, por lo que les administró un suero especial para restablecer su salud. De igual forma, se buscó proporcionar un ambiente adecuado para los sapos, a fin de que puedan soportar el periodo de cuarentena y observación.
[Ver además►Según estudio: extracto de rana podría causar enfermedades en vez de curarlas]
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