- El régimen legal de los Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MERESE) fue promulgado en el 2014. A diez años, conoce cuáles son los impactos que han tenido los proyectos MERESE en la conservación de ecosistemas y cuáles son sus desafíos.
Escriben: Francisco Rivasplata y Fátima Contreras / Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la SPDA
Desde el 6 al 8 de noviembre, se desarrolló el evento “10 años de los MERESE: conservando y construyendo para el futuro”, en la ciudad de Moyobamba (San Martín). Este evento fue organizado por el Ministerio del Ambiente (Minam), el Gobierno Regional de San Martín y la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), con apoyo del Proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica (Proyecto NIWS) y el Comité Gestor de la compensación por servicios ecosistémicos de Moyobamba.
El objetivo del evento fue dar a conocer los avances y reflexiones de la normativa que regula a los MERESE a los diez años de su creación y conocer experiencias de conservación de los ecosistemas bajo este mecanismo, así como su impacto en el estilo de vida de las comunidades locales, que contribuyen a la gestión sostenible del medio ambiente.
Moyobamba es conocida como la cuna de los MERESE, ya que en esta región se implementó el primer esquema de pago por servicios ecosistémicos en el 2007, que a su vez inspiró el segundo esquema en Cusco. Estos hechos ocurrieron previo a la promulgación de la Ley 30215, Ley de Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos (Ley MERESE) del año 2014.
Estas experiencias fueron clave no solo para el impulso de la elaboración de la Ley MERESE, sino que evidencian que, si bien las normas son importantes, el compromiso de los actores involucrados es clave para alcanzar los objetivos de conservación de los ecosistemas y la preservación de los servicios ecosistémicos.
La Ley MERESE se promulgó con el objetivo de promover, regular y supervisar los mecanismos de retribución por servicios ecosistémicos que se derivan de acuerdos voluntarios que establecen acciones de conservación, recuperación y uso sostenible para asegurar la permanencia de los ecosistemas.
¿Cómo ha sido la evolución de los MERESE hídricos?
Los MERESE han tenido un desarrollo normativo importante en el sector ambiente desde la publicación de la Ley MERESE en el año 2014 y su Reglamento en el año 2016.
En el 2016, el Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento publicó el Decreto Legislativo 1280, que aprueba la Ley Marco de la Gestión y Prestación de los Servicios de Saneamiento y, en el año 2017, se publicó su Reglamento. Este marco sectorial promueve la celebración de los acuerdos MERESE por parte de las Empresas Prestadoras de Servicios (EPS), y establece la obligación de incluir en su recaudación monetaria un fondo destinado a la implementación de proyectos de conservación de ecosistemas que favorezcan a la regulación hídrica, y el rol de la Sunass para fijar las tarifas que conformarán los fondos MERESE en las EPS.
Luego, en el año 2017, se publicó la Resolución de Consejo Directivo 045-2017-SUNASS-CD, que aprueba la Directiva de Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos Hídricos para que las EPS cuenten con el marco normativo necesario para diseñar MERESE hídricos; incorporar MERESE hídricos en los Planes Maestros Optimizados de las EPS y su reconocimiento en la tarifa por los servicios de saneamiento; y ejecutar los MERESE hídricos.
Por último, en el año 2023, se promulgó el Decreto Legislativo 1620, que modifica el Decreto Legislativo 1280 e incorpora novedades para el fortalecimiento de las EPS, así como para la promoción de los MERESE a partir de nuevas modalidades de administración y ejecución de estos fondos.
Estos esfuerzos en la regulación sectorial de Saneamiento para la promoción de los MERESE ha permitido que, a 10 años de la publicación de la Ley MERESE, de las 70 iniciativas MERESE impulsadas por el Minam, 49 de ellas sean lideradas por 49 de las 50 Empresas Prestadoras de Servicios (EPS) de todo el país.
Por otro lado, el compromiso de las comunidades locales en la conservación de la infraestructura natural (bosques, humedales, cochas, páramos, bofedales, entre otros) ha permitido que estas comunidades se empoderen y realicen prácticas en el territorio teniendo como parte importante la conservación de los ecosistemas, de las fuentes de agua, al tiempo que reciben una retribución por la contribución de su trabajo al medio ambiente.
Asimismo, el compromiso político de las instituciones que impulsaron y siguen impulsando el desarrollo de este mecanismo en diversas instituciones, como el Ministerio del Ambiente, el Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento, la SUNASS y las propias EPS, dan cuenta de la necesidad de un trabajo articulado entre los diversos sectores, la sociedad civil y también el sector empresarial, quienes deben seguir involucrándose a partir de los incentivos que el Estado les brinde para desarrollar y financiar proyectos de conservación.
Los retos pendientes de los MERESE
Aunque existen avances significativos para promover los MERESE, es necesario reforzar la apuesta por la promoción de estos mecanismos para dinamizar las inversiones. Por ello, entre los retos para el fortalecimiento de los MERESE, encontramos los siguientes:
- Promover la implementación de los MERESE en otros sectores:
Sectores como el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), y el Ministerio de Energía y Minas (Minem) son clave para la promoción de iniciativas para la conservación de ecosistemas, considerando la relación de dependencia que tienen con servicios ecosistémicos, como el paisajístico y la regulación hídrica.
Esto implica promover un marco normativo que recoja las experiencias de la implementación de los MERESE en el Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento, a partir del intercambio de experiencias y conocimientos de los casos de éxito.
- Incentivar la participación de actores que aprovechan de los servicios ecosistémicos:
Se debe incrementar las fuentes de financiamiento involucrando al sector privado a partir de la creación de incentivos, lo que permitirá que los proyectos sean sostenibles y sostenidos en el tiempo, a la vez que acercan al sector privado con las comunidades locales.
- Fortalecer las instancias dedicadas a la promoción de los MERESE hídricos en las EPS:
Aunque las EPS han venido involucrándose en la conservación de ecosistemas que provisionan servicios ecosistémicos hídricos, aún es clave fortalecer a las EPS a partir de la creación de equipos dedicados exclusivamente al impulso, monitoreo y ejecución de los MERESE. Esto debe estar enfocado en la necesidad de rendir cuentas a los usuarios que retribuyen con su dinero a la conservación de los ecosistemas y asegurando que las EPS ejecuten los fondos MERESE exclusivamente para este tipo de proyectos.
- Incluir a las comunidades locales como actores activos en la implementación de los MERESE:
Las comunidades locales conocen la importancia de su contribución a la conservación de los ecosistemas. Por tanto, es importante que tengan un rol más activo en la implementación de los proyectos MERESE. Además, es fundamental asegurar un traslado de capacidades, y empoderar a las mujeres y hombres en igualdad de condiciones. Asimismo, se debería facilitar pasantías e intercambio de experiencias, a partir de la transparencia, rendición de cuentas y respeto por las costumbres de estas comunidades.
Si bien el país ha demostrado avances en esta década de creación de los MERESE como mecanismos para contribuir con la conservación de ecosistemas y la provisión de sus servicios, aún existen retos y desafíos para mejorar y amplificar su impacto. Lo que nos demuestran las experiencias es que la sinergia entre las comunidades, el sector privado, academia y las entidades públicas es lo que sostiene el mecanismo y permite su escalamiento.
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