Impacto en la biodiversidad

Golondrinas de Mar, las aves que se pierden a causa de la contaminación lumínica

En el 2020, el Serfor atendió y rehabilitó a más de 100 golondrinas de la tempestad de collar, que se perdieron en las ciudades por el exceso de luces artificiales.

Al nacer, la golondrina de la tempestad de collar emprende un viaje de cientos de kilómetros para llegar al mar guiada por la luz natural de la noche e iniciar su vida en su hábitat natural, sin embargo, muchas veces este viaje es afectado por la excesiva iluminación de las ciudades lo cual pone en riesgo su vida.

A esta iluminación artificial mal regulada -capaz de afectar la integridad física, salud y la vida humana y silvestre- se le conoce como contaminación lumínica. En las ciudades costeras este exceso de brillo destruye la oscuridad natural del cielo y desorienta a estas pequeñas aves ocasionando que se pierdan en las ciudades, quedando expuestas a depredadores y a la muerte por inanición.

Pero la golondrina de mar no es la única afectada por la contaminación lumínica. Diversas especies de la fauna silvestre, como las tortugas de mar y miles de insectos se desorientan, sufren trastornos en su rutina y ello ocasiona que la cadena alimenticia, también llamada cadena trófica, se vea amenazada. Todos estos efectos a mediano y largo plazo terminará afectando el equilibrio de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad en el Perú y el mundo.

El ecólogo y especialista en investigación, educación en conservación, medio ambiente y desarrollo, Ernesto Ráez señala que la oscuridad es un factor muy importante para los seres vivos. Ya que de ella depende que estos puedan desarrollarse con normalidad.

“(La falta de oscuridad) ha afectado gravemente las rutinas de animales como aves e insectos que terminan saliendo de sus hábitats atraídos por las luces artificiales”, explica Ráez y hace un llamado a cuantificar el daño de este tipo de iluminación ya que estas cifras aportan a la generación de políticas públicas con enfoque sostenible, sobre todo en zonas cercanas a las grandes ciudades.

Desde esta vista satelital se puede observar que las ciudades costeras del Perú, principalmente Lima, presentan mayor concentración de contaminación lumínica. (Fuente: Light Pollution Map)

Cada vez más expuestos

El ecólogo explica que como la mayor parte de la población peruana es urbana, muchas ciudades costeras se han convertido en un foco importante de contaminación lumínica, sin contar otros tipos de contaminación que confluyen y perjudican en gran medida la salud humana y de la fauna silvestre.

“Esto (la contaminación lumínica) viene acompañada de la contaminación sonora, del aire, etc., generando así un impacto muy negativo en la salud humana y en el desarrollo de los animales que pueden vivir cerca de estos espacios”, asegura Ráez.

Pero, ¿cómo se mide este impacto en la biodiversidad? Carlos Zavalaga, director de la Unidad de Investigación de Ecosistemas Marinos de la Universidad Científica del Sur, explica que todos los elementos que conforman los ecosistemas funcionan como rompecabezas, en donde las diferentes piezas (elementos propios del ambiente y agentes externos) se interconectan y generan efectos directos e indirectos; positivos, neutros y negativos, que en la mayoría de los casos terminan afectando a los ejemplares más jóvenes.

En el caso específico de las aves, aquellas se enfrentan a grandes retos cuando salen de sus nidos porque tienen que atravesar las ciudades que cada vez se ubican más cerca a sus espacios de descanso o anidación. El especialista explica que solo hay algunos casos en donde estos ejemplares pueden acostumbrarse y sacar provecho de los recursos externos, como por ejemplo, alimentarse de los residuos sólidos de las ciudades; sin embargo, hay otros factores como el de las luces, que sí perjudica a animales como aves y tortugas marinas.

En ese sentido, Zavalaga apunta que no hay data que permita conocer el verdadero daño que se les hace a las especies y debido a ese vacío, hasta la fecha no hay cómo saber cuáles son las zonas más críticas dentro de los recorridos que realizan diversos ejemplares. Incluso, señala que existen formas de pesca que utilizan luces para iluminar el fondo marino y atraer a moluscos como los calamares.

Sobre el caso específico de las aves, Zavalaga explica que la contaminación lumínica sí impacta directamente en el desarrollo de la golondrina de mar, dentro de las cuales se encuentra la golondrina de la tempestad de collar. “Estas especies son afectadas notoriamente. Estas aves se ven perdidas o heridas y esto ocurre por la cantidad de luces que existen en las ciudades”, dice.

Golondrina de la tempestad de collar

Para la médico veterinario e investigadora principal del Proyecto Golondrina de la Tempestad de Collar, Yovana Murillo, el rápido y desordenado crecimiento demográfico de las ciudades viene impactando directamente en la “fauna urbana y migratoria” que se desarrolla en estos espacios.

En el caso de Lima, la especialista sostiene que al ser un departamento costero tiene el mar, islas y otro tipo de ambientes de reproducción y descanso que actualmente se ven afectados por otros tipos de contaminación como la ambiental, sonora y lumínica.

“Hemos visto que no se habla mucho de la contaminación lumínica y no hay una consideración dentro de las regulaciones ambientales. Nosotros, inclusive, aprendimos de esta problemática por los casos documentados de hallazgos de golondrinas de mar perdidas en la ciudad”, explica Murillo.

El Proyecto Golondrina de la Tempestad de Collar ha identificado las principales zonas de Lima Metropolitana y el país en los que se ha registrado mayor caída de estas aves. Puntos que coincidentemente están identificados como los puntos más brillantes de la ciudad según Light Pollution Map.

Por ejemplo, a nivel nacional se han identificado ciudades como Trujillo, Áncash, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna. Mientras que en la capital los cinco distritos con mayor registro son Jesús María, San Miguel, San Borja, Surco y San Isidro.

El mapa de calor de Lima señala que, entre el 2013 al 2015, se hallaron golondrinas de la tempestad de collar extraviadas en 32 distritos de Lima Metropolitana, siendo uno de los principales puntos el de Pueblo Libre. Fuente: Proyecto Golondrina de la Tempestad de Collar

Sin embargo, esto no solo sucede en Lima. Ciudades como Áncash, Moquegua y Tacna también han registrado la caída de estas especies. Fuente: Proyecto Golondrina de la Tempestad de Collar.

El impacto en las golondrinas de mar

El médico veterinario Luis Delgado, quien también lidera el Proyecto Golondrina de la Tempestad de Collar y es docente investigador de la Universidad Ricardo Palma, explica que en los casi ocho años que tiene el proyecto, se han llegado a rescatar hasta 300 aves por año (2019) principalmente durante los meses de junio y julio.

“Estas aves son pequeñas y esencialmente solo se acercan a la costa de noche para anidar o alimentar a sus crías. La razón principal por la que caen es por las luces artificiales que desorientan su recorrido, esto hace que ellas vuelen en círculos y caigan por agotamiento” explica.

De acuerdo con Delgado, se presume que esta especie anidaría a unos 70 kilómetros de la costa, en dirección hacia los Andes. “Usualmente estas aves se guían por la luz de las estrellas y la luna, pero con el crecimiento de las ciudades y la cantidad de luces artificiales, para ellas es difícil distinguir qué camino seguir. En todo este tiempo nos han llegado reportes desde Huaraz, Arequipa y Tacna”, explica.

En el documento “Vínculo entre la conservación ciudadana y la golondrina de la tempestad de collar”, elaborado por la veterinaria Murillo se señala que desde 1964 se tienen datos científicos sobre el impacto de las luces artificiales en la fauna marina. Datos recopilados por la autora muestran que solo entre el 2013 al 2015 se identificaron hallazgos de golondrinas de mar en 32 de los 43 distritos de Lima Metropolitana, siendo el 68% de hallazgos en el mes de mayo y el principal lugar de hallazgo fue en la vía pública.

Tanto Murillo como Delgado explican que se han identificado al menos cinco especies de golondrinas de la tempestad impactadas por la contaminación lumínica, ellas son: la golondrina de la tempestad de collar, la golondrina de Markham, la golondrina de mar chica, la golondrina de Wilson, y la golondrina de mar peruana.

Todas estas especies pertenecen a la familia de los hydrobatidae, que son aves marinas pequeñas que se distribuyen a lo largo de la zona costera y el mar en el ámbito de la corriente marina de Humboldt. Estas aves marinas se caracterizan por tener un orificio nasal en forma de tubo y patas palmeadas; pero por su plumaje y tamaño puede ser confundida con otras aves, como palomas, tórtolas y cuculíes.

Rescate y liberación

En el 2020 el Servicio Nacional Forestal de Fauna Silvestre (Serfor) liberó a través de la Administración Técnica Forestal de Fauna Silvestre (ATFFS) 106 ejemplares de golondrina de la tempestad de collar. La data recogida por estas entidades adscritas al Ministerio del Ambiente, da cuenta de que los mayores hallazgos se hacen en zonas urbanas, generalmente en techos y jardines. Asimismo, los lugares en donde se reportan más casos son en Villa El Salvador (12), Surco (11) y San Juan de Miraflores (11).

“Las acciones de recuperación y liberación están involucradas también las ATFFS de Ica, Arequipa y Moquegua-Tacna. Es necesario precisar que SERFOR ha capacitado a más de 30 personas en estas ciudades para que colaboren con la rehabilitación de las aves”, detalla la entidad.

Prueba de impermeabilidad de la golondrinas de mar antes de devolverlas a su hábitat. Foto: Proyecto Golondrina de la Tempestad del Collar.

En el caso de encontrarse con un ejemplar, se recomienda ayudarse con guantes o paños para colocar al ave en una caja de cartón con huecos de ventilación y una franela o toalla de base. No es necesario darles de comer porque estas aves tienen una dieta especial.

Vale indicar que el proceso de rehabilitación de las golondrinas de mar es muy corto y en un plazo de dos días, las aves son alimentadas e hidratadas, se sacan medidas físicas, muestras de plumas y de sangre. La etapa más importante es la prueba de impermeabilidad en la que las aves limpian sus plumas en una piscina.

Los hallazgos se pueden reportar a través del WhatsApp de Alerta SERFOR 947588269, al correo electrónico alerta@serfor.gob.pe o a la ATTFFS Lima por el WhatsApp 985549380.

Anuncio publicado por el Proyecto Golondrina de la Tempestad del Collar invitando a la ciudadanía a ser parte del rescate de estas aves. Fuente: Proyecto Golondrina de la Tempestad del Collar

Fuentes: