Foto: Andina

• Según informe de la Defensoría del Pueblo, descenso de caudales se reportaron en cerca de 30 ríos, entre ellos el Amazonas, Marañón, Huallaga y Ucayali.

En las últimas semanas se ha reportado bajas históricas en los caudales de ríos importantes como el Amazonas. Este problema ha afectado la navegación de diversas embarcaciones que proveen alimentos, y también el traslado de personas que a veces tienen como única vía los ríos. Los más afectados han sido los pueblos indígenas, quienes no solo extraen peces de los ríos para comercio y alimentación, sino además utilizan estas fuentes de agua para trasladarse hacia las ciudades donde suelen estar los centros educativos, hospitales y otros servicios del Estado.

Según un informe de la Defensoría del Pueblo, más de 130 comunidades indígenas ubicadas en Loreto y Ucayali han quedado aisladas debido a los bajos caudales y, por lo tanto, se ha registrado una falta de acceso a derechos fundamentales, como salud y alimentación.

De acuerdo a información reportada hasta el 17 de setiembre, la Defensoría indicó que las dificultades para la navegación y transporte afectaba a cerca de 30 ríos de ambas regiones, entre ellos el Amazonas, Marañón, Huallaga y Ucayali.

Solo en Loreto se identificó a 112 comunidades nativas registradas como asiladas, y estas se ubican en sus ocho provincias. En esta región, además, se reportó que el desabastecimiento de productos de primera necesidad, como alimentos y agua potable, en 17 distritos. Esta afectación alcanzaba a más del 91 % de las comunidades nativas aisladas.

La sequía también originó naufragios con pérdidas de vidas humanas y la interrupción de algunos servicios de transporte y de servicios que brinda el Estado en los territorios de las comunidades nativas. Esto repercutió en la falta de acceso de la población a medicinas para el tratamiento de enfermedades como la malaria y el zika. Además, la Defensoría advirtió que la situación de sequía prolongada afectó gravemente la seguridad alimentaria de los pueblos indígenas.

En Ucayali, el bajo nivel de las aguas que se registró en los principales ríos dejó a 19 comunidades indígenas aisladas, las cuales están ubicadas en la provincia de Coronel Portillo. Para la Defensoría del Pueblo, la situación de Ucayali fue crítica y preocupante debido a que los esfuerzos del Estado se direccionaron mayormente a controlar los incendios forestales en la misma región.

Para garantizar el acceso a los derechos fundamentales de la población indígena, la Defensoría del Pueblo exigió acciones concretas por parte del Estado. A través de un documento pidió al Ministerio de Defensa disponer el uso de medios logísticos y de personal para habilitar puentes aéreos, en coordinación con los gobiernos regionales. Además, recomendó al Ministerio de Educación implementar un plan de contingencia con el fin de garantizar la continuidad de las clases escolares en las comunidades amazónicas aisladas.

La Defensoría del Pueblo también exhortó al Ministerio de Salud a garantizar la movilización de brigadas médicas compuestas por especialistas en ginecología, infectología, pediatría y medicina familiar, entre otras especialidades, para atender la salud de la población indígena que se mantiene aislada. Mientras tanto, requirió al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social garantizar la continuidad de los programas sociales que atienden a las comunidades nativas afectadas por la sequía en Loreto y Ucayali. Finalmente, pidió al Ministerio de Cultura liderar la articulación de todas estas acciones en su calidad de ente rector en materia de interculturalidad.

Dato:

• Para acceder al contenido completo del Informe Defensorial N° 227, Informe de supervisión a la atención del estado a las comunidades indígenas frente al déficit hidrológico en los ríos amazónicos, ingresar a este enlace.